Ante la descomposición del tejido social y ambiental, en la que México se encuentra desde hace varios años, la cultura y la memoria colectiva son elementos estratégicos para impulsar los cambios que amerita nuestro presente.

El despojo, la discriminación, el desplazamiento forzado, el abandono y demás manifestaciones de violencia, son rasgos de una sociedad obligada al cambio. La transformación de nuestro entorno pasa necesariamente por el reconocimiento, no sólo de nuestra diversidad cultural, sino también de las deudas históricas que tenemos como país, ya que a partir de eso será posible desarrollar las estrategias que permitan enfrentar con creatividad, compromiso y trabajo solidario, la marginalización y pérdida de expresiones culturales y de procesos bioculturales, y contribuir así a garantizar para todas y todos el acceso pleno a la equidad, la diversidad cultural, los derechos humanos, la libertad de expresión y la justicia social.

Por ello, el Conahcyt, a través del Programa Nacional Estratégico de Cultura, promueve agendas de investigación e incidencia enfocadas en el reconocimiento de las perspectivas y saberes de los múltiples actores, en particular de los sociales y comunitarios, para incorporarlas en la construcción de nuevos conocimientos que permitan entender los problemas y generar soluciones integrales, profundas y amplias que consideren la pluriculturalidad nacional y sienten las bases para el desarrollo de estrategias que propicien el reconocimiento de las memorias, saberes, tecnologías, expresiones y prácticas, generadas a través del tiempo, desde la diversidad cultural y biocultural que nos define como país y que integra la totalidad de expresiones y hábitat por preservar.