Mensaje presentación de la 17ª temporada de La oveja eléctrica

Presentación de la 17ª temporada de La oveja eléctrica

Autor
Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces

Cargo
Directora General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

Fecha
16 de agosto del 2022

Es para mí realmente un gran gusto estar aquí, contar con todas y todos ustedes. Para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, es un gusto, un honor poder realizar el lanzamiento de la 17ª temporada de la Oveja Eléctrica, expresión de una alianza virtuosa entre el Conacyt y el Canal 22 para la difusión de la ciencia en México y con alcance también en la región latinoamericana. 

Nos congratula, nos da muchísimo gusto recibirles para la presentación de esta nueva temporada, de esta serie televisiva, que, además, se transmite a través de la señal de una televisión pública, como lo es Canal 22, que difunde e impulsa la inclusión, la pluralidad y la visión también crítica; valores que están en consonancia con el Conacyt. 

Antes de continuar, quiero hacer una pausa para saludar de una manera muy cálida a:

Armando Casas Pérez, director del Canal 22, con quien hemos formalizado esta alianza en favor del pueblo de México y han ocurrido también otras alianzas, pero la buena noticia es que ésta será una de varias iniciativas. 

Desde luego, a José Gordón Steiner, productor y conductor de La oveja eléctrica que, con un agudo olfato de las necesidades informativas, con un talento realmente sobresaliente, ha conseguido crear y conservar una valiosa audiencia que se abre hoy a todo el pueblo de México.

Y a mis colaboradores, a los dos directores adjuntos, la Dra. Delia Orozco Hernández, directora adjunta de Desarrollo Tecnológico y desde luego al Mtro. Andrés Triana, quien encabeza la Dirección Adjunta de Desarrollo Científico y quienes han sido y seguirán siendo fundamentales para esta y todas las iniciativas que llevamos a cabo desde este Conacyt, en donde estamos empeñados en desarrollar humanidades, ciencias, tecnologías e innovación, con esta visión de libertad total en la búsqueda del conocimiento, como bien lo describía Pepe Gordon y también en la búsqueda de encuentros inter y trans disciplinarios para incidir a favor del bienestar, a favor del bien común, del cuidado ambiental.

Desde luego, me da mucho gusto saludar siempre a todas y todos los representantes de los medios de comunicación, a todo el equipo de La oveja eléctrica y de Canal 22.

Hacer efectivo, queridas y queridos amigos, el derecho humano a la ciencia en México es aproximar los avances científicos y tecnológicos a todas y a todos los mexicanos y garantizamos con ello lo que llamamos el acceso universal al conocimiento mediante acciones y políticas que hagan de las humanidades, la ciencia, las tecnologías y la innovación un bien del interés general y no un privilegio. Un bien que debe estar a favor de todas y de todas y no al servicio, como lo estaba, de intereses creados, de intereses particulares que nada tienen que ver con la búsqueda del conocimiento, con la imaginación y mucho menos con el bienestar social y el cuidado de nuestro ambiente.

Las ciencias y sus contribuciones y ciencias en plural y las artes, porque coincido plenamente con Pepe, que este encuentro entre las ciencias y las artes es hoy más importante que nunca. No deben ser nunca, repito, un privilegio. Las investigaciones, los descubrimientos brillantes, la evolución de los conceptos, las preguntas que nos hacemos, que motiva nuevos saberes para mejorar las condiciones de vida, deben de estar al alcance de todas y de todos a nivel universal y, desde luego, al alcance del pueblo de México en su conjunto. 

En el Conacyt nos hemos propuesto articular esfuerzos para garantizar justamente este derecho pleno de acceso universal al conocimiento, a través de sinergias que posibiliten la difusión de los avances y resultados de estas investigaciones de frontera en todas las áreas y los campos del saber.

Como bien decía también Pepe, esta investigación básica o de frontera, muchas veces impulsadas solamente y con plena libertad por la curiosidad, siempre lleva a avances conceptuales, teóricos o factuales que eventualmente, cuando están desarrolladas estas líneas con rigor, son aplicadas o tienen incidencia y lo que tenemos obligación como cabeza de sector, de promover, de coordinar, de asegurar, es que estas incidencias sean virtuosas, porque también los avances científicos, y hay que decirlo, los desarrollos tecnológicos derivados de los mismos, pueden, en manos de ciertos intereses, tener incidencias que no son virtuosas.

Es decir, el conocimiento no nace con una visión muchas veces, a veces sí, porque es producto de la acción de campos sociales, pero de manera deliberada puede ser utilizado para, por ejemplo, el desarrollo de armamentos. Y no queremos ciencia para la guerra, queremos ciencia para la paz, para el bienestar y para este cuidado tan urgente e imprescindible de nuestro entorno. 

Entonces, los resultados, los avances de la investigación de ciencia básica, de frontera en todas las áreas y los campos del saber, así como el desarrollo de las humanidades, las ciencias, las tecnologías y la innovación deben ser impulsados en un contexto y con una guía ética y de bienestar, como lo decía también Pepe, de todas y de todos, de cuidado del bien común. 

Se tiene como propósito que las y los mexicanos conozcan la base científica y la perspectiva de las personas dedicadas al trabajo e investigación en temas de interés público nacional, pero también de interés científico universal y esto va a profundizar y ampliar las posibilidades de una verdadera democracia participativa. Asimismo, es importantísimo difundir los logros y la relevancia que se tiene como guía fundamental de este nuevo Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en torno a la recuperación de la soberanía científica y la soberanía tecnológica de nuestro país.

Y también, por supuesto, a la promoción con una multiplicidad de miradas en torno a agendas estratégicas prioritarias para el bienestar de toda nuestra población y para el cuidado ambiental que mencioné hace un momento. 

Por lo anterior, este es un momento idóneo. Armando se preguntaba cómo es que no llegamos a esta alianza antes, pero es que ahorita están ya floreciendo, fructificando muchos de los proyectos que se iniciaron tan pronto ocupamos este honroso encargo de la Dirección General del Conacyt. Hemos estado gestando primero la recuperación al apoyo a la ciencia básica y de frontera que en 2017 y 2018, paradójicamente con los 45,000 millones de pesos que fueron transferidos a intereses creados a la iniciativa privada sin resultados en innovación, se dejó de apoyar en dos mil diecisiete y dieciocho a la ciencia básica de frontera. Cero pesos, cero centavos fueron destinados a apoyar los miles de investigadoras e investigadores en instituciones de educación superior pública y también privadas 0que nuestro país tienen un gran potencial creativo generador de nuevos conocimientos.

Y por eso es que una de las primeras acciones fue recuperar de manera decidida este apoyo público a la ciencia básica, la ciencia de frontera. Además del gestar diez agendas prioritarias estratégicas y de toda esta transformación del Conacyt, hoy están surgiendo semillas del conocimiento, listas a ser diseminadas a los cuatro vientos, para que las nuevas generaciones, nuestra niñez, nuestras juventudes, tengan acceso a estos nuevos conocimientos que se están generando al seno de nuestras instituciones de educación superior, como decía, tanto públicas como privadas. 

Y por eso es que este es un momento idóneo para poder estrechar esta alianza estratégica entre el Conacyt y el Canal 22, que pueda, no solamente el apoyar en la producción de esta temporada número diecisiete de La oveja eléctrica, sino también alimentar la ya de por sí muy activa imaginación de nuestro queridísimo Pepe Gordon., de muchas. Ideas de resultados, de incidencias realmente emocionantes que están ocurriendo en las y los grupos de investigación que hoy en día en todo el territorio nacional están trabajando a favor del avance científico y tecnológico desde nuestro país.

Por eso para mí es un gran honor y motivo de profunda alegría el poder hacer este lanzamiento, pues reafirmaremos nuestra convicción de que construir alianzas y firmar convenios es importante para la vida institucional, pero sobre todo, es mucho más importante consolidar las acciones y materializar los proyectos con verdadera incidencia e impacto en beneficio del pueblo de México, con evidencia tangible como el lanzamiento de esta nueva temporada de un proyecto icónico de la difusión científica como lo es La oveja eléctrica. 

La colaboración entre el Canal 22 y el Conacyt tiene como referente las contribuciones de los Programas Nacionales Estratégicos para atender estas diez agendas de las principales problemáticas nacionales, por su importancia y gravedad, que requieren de una atención urgente y de soluciones integrales, amplias y profundas. 

La alianza con este gran programa de La oveja eléctrica posibilitará exponer la diversidad de saberes y experiencias que han reunido las comunidades y han generado científicos y científicas de manera colaborativa, no competitiva, como se enfatizaba años atrás, incluso con organizaciones privadas y también organizaciones sociales en todo el territorio que coinciden en principios y valores sobre el bien público y el cuidado de los bienes comunes socioambientales. Sin embargo, nada de esto sería posible si no es con un impulso decidido, quiero reiterar esto, y una recuperación al apoyo con plena libertad del desarrollo de proyectos de ciencia básica y de frontera.

Como hemos visto en el video que nos acaban de mostrar, que resume pues la historia; algunos ejemplos de la historia de este maravilloso programa de la oveja eléctrica y también de algunas de las ideas que se difundirán a través del mismo. 

El Conacyt busca a dar a conocer de manera mucho más amplia los modelos, por ejemplo, matemáticos que nos describían en el video, que son no convencionales, que son justamente los que necesitamos para entender sistemas complejos como los biológicos. También la contribución tan importante que se ha apoyado a través de uno de los proyectos de sinergias que implican esfuerzos cualitativamente mayores de los hechos. Antes, para apoyar la ciencia básica a través de algunos pocos de estos proyectos de sinergias y que son importantísimos para seguir apoyando a que México pueda contribuir en la frontera del avance del conocimiento de la física de partículas en el CERN, o yéndonos quizás al otro extremo, en términos de la contemporaneidad en el desarrollo científico. Es imprescindible mirar a nuestras raíces, a nuestras raíces culturales, a nuestras raíces en la generación de un conocimiento que, al mismo tiempo, que nos da identidad, nos da perspectiva de futuro y esperanza ante retos tan importantes y tan difíciles de enfrentar como es el producir alimentos sin destruir el ambiente y sin usar tóxicos como el glifosato, que más que alimentarnos nos enferman. 

Y entonces es muy afortunado el ejemplo que se eligió en esta pequeña cápsula de lo que viene en esta nueva serie de la oveja eléctrica. El caso del maíz olotón que ha resultado de la comunalidad y de las posibilidades de realmente producir maíz en áreas que están desprovistas de nutrientes y que a lo largo de generaciones de selección de las variedades., las comunidades indígenas y de otras áreas recónditas de nuestro territorio han sido capaces de generar variedades de maíz que son fijadores del nitrógeno atmosférico y lo transforman en nitrógeno asimilable para el crecimiento de estas plantas que producen nuestro alimento fundamental. Y qué decir de muchas otras investigaciones que ya irán ustedes apreciando y nuestra niñez y juventud en este maravilloso programa de La oveja eléctrica.

Los capítulos considerarán temáticas de interés científico, también tecnológico y humanístico, y siempre con esta resonancia con el quehacer artístico. Hay algunas voces por ahí que han cuestionado por qué ahora el Conacyt se alía con la Secretaría de Cultura y no solamente con el Canal 22, sino con varias otras instancias de la Secretaría de Cultura para apoyar de manera decidida a nuestras y nuestros artistas que estaban completamente marginados, por ejemplo, del apoyo de becas de Conacyt, cuando es justamente como lo mostró Uri Alon en esta pequeña cápsula, esta resonancia o esta colisión, como le llama Pepe, entre ideas artísticas completamente imaginativas y creativas y el conocimiento riguroso, lo que abre exploración a paisajes muy complicados de explorar, de conocer solamente por un enfoque desprovisto de esta capacidad penetrante que tienen los escritores, los artistas plásticos, en fin, los cineastas, todos aquellos que están dedicados al quehacer artístico. 

Cabe destacar que en cada programa se tendrá una sección de dos minutos- esto también fue resumido en la cápsula- para abordar el impulso del conocimiento como lo que ocurre, por ejemplo, en la red de jardines etnobiológicos y proyectos de urgente intervención como el cuidado y la preservación de los ajolotes.

Esta serie televisiva dará paso a conocer historias científicas en resonancia con las artes en temas centrales, a partir de una política del conocimiento que revelará las encomiendas y el trabajo. También que se desarrolla, por ejemplo, en laboratorios nacionales apoyados por el Conacyt, por ejemplo, el que se acaba de inaugurar en nuestro Instituto Politécnico Nacional de Vacunología y virus Tropicales. 

También se hablará sobre aspectos que tienen que ver sobre la vigilancia genómica que se realiza en colaboración con el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos. Y es que estar alertas ante posibles nuevas pandemias también es una cuestión científica y de interés público. También estamos analizando temas que a veces no nos gusta pensar o ver, pero que es imprescindible entender desde el punto de vista científico. Tiene que ver con las enfermedades que más nos aquejan y que, principalmente, aquejan a nuestras infancias.

Desgraciadamente en México hay la primera causa de mortalidad por enfermedad es la leucemia plástica aguda y ésta está siendo objeto de un análisis científico profundo, con la finalidad de incidir en la prevención y la atención oportuna de esta enfermedad compleja que, si se diagnostica a tiempo y de manera certera, se puede curar.

En fin, se van a poder presentar en este nuevo capítulo de La oveja eléctrica una gran cantidad de proyectos que se están haciendo en nuestro país y que resuenan de manera muy significativa a favor de la humanidad a nivel mundial.

Como siempre, le gusta Pete Gordon, es relacionar lo que se hace en nuestro país con la resonancia del quehacer científico a escala mundial, que es, como debe de verse, el avance de la ciencia, siempre enmarcado en el contexto internacional.

Son muchos y diversos los conocimientos que México aporta al conocimiento científico universal y en particular, al conocimiento científico que sustenta cada vez con mayor fuerza nuestra soberanía nacional. 

Por ello, esta nueva temporada de La oveja eléctrica transformada, transformadora, nueva significa una plataforma y un momento pertinente para hacer del saber un instrumento, del descubrimiento, de la investigación, del gozo, de la imaginación, pero, sobre todo, del fomento a la curiosidad por el mundo que nos rodea, para incidir, además de múltiples maneras en temas que hace mucha falta atender desde el rigor y desde la pasión del quehacer científico y también artístico. 

Por ello, felicito de corazón al Canal 22 y, en particular, a su director y a Pepe Gordon por esta iniciativa, todos estos años atrás y esta disposición a llevar a La oveja eléctrica por caminos novedosos que estoy segura, podrán ir contribuyendo a esta apropiación colectiva del conocimiento para dar paso a un seguimiento puntual de los beneficios que proporciona este quehacer científico, que debe ser accesible para todas y para todos. 

Muchísimas gracias.