Mensaje coloquio internacional “Neoliberalismo: problemas de contaminación y daños graves a la salud y al ambiente en México”

Coloquio internacional “Neoliberalismo: problemas de contaminación y daños graves a la salud y al ambiente en México”

Autor
Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces

Cargo
Directora General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

Fecha
7 de noviembre del 2022

Muy buenos días. Les saludo con mucho gusto y con gran aprecio a todas las personas que hoy se encuentran aquí presentes y a quienes también nos siguen a través de las redes sociales, para dar inicio a este destacado y pertinente Coloquio Internacional denominado “Neoliberalismo: problemas de contaminación y daños graves a la salud y al ambiente en México”. Tiene por objetivo dar a conocer de forma pública, abierta, amplia y rigurosa las problemáticas graves de contaminación, los daños a la salud, al ambiente, así como la falta de regulación y competencias institucionales apropiadas, que caracterizaron al periodo neoliberal en nuestro país. Han causado décadas de un sistema que hoy nos enfrenta a grandes y complejos desafíos que debemos atender de fondo y con especial urgencia.

Antes de continuar, permítanme saludar con gran aprecio y gratitud por la confianza de participar en este diálogo:

  • En primer lugar quisiera saludar y reconocer por su lucha a las personas directamente afectadas que habitan en las 11 Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental, llamadas RESA, que por ahora se han identificado y que desde el Conacyt estamos estudiando a profundidad y atendiendo con compromiso. Créanme que estamos sumando todos nuestros esfuerzos para atender su causa, que este gobierno de la Cuarta Transformación reconoce y respalda, y de manera personal e institucional he tomado con el fin de buscar alternativas y soluciones desde las humanidades, las ciencias, las tecnologías y también la innovación, es decir, el vínculo con un sector productivo público, privado patriótico, honesto para trabajar por el bien de ustedes, por el bien de nuestros pueblos.
  • Saludo con aprecio al Dr. Marcos Orellana, relator Especial sobre Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU).
  • Al secretario general del Tribunal Permanente de los Pueblos, Dr. Gianni Tognoni y al Dr. Pietro Comba, ex coordinador del proyecto SENTIERI, Italia., así como a las delegaciones académicas internacionales que acompañan este encuentro. Veo aquí a destacados colegas, amigos, luchadores de nuestro quehacer científico comprometido con la sociedad y el ambiente de nuestra América y también de otras partes del mundo. Muchas gracias por venir.
  • A los integrantes del presídium, les saludo con mucho gusto:
  • Al Dr. Alejandro Svarch Pérez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la Cofepris, un gran aliado para atender las causas en este gobierno de transformación.
  • También saludo a Carlos Hugo Morales, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UNAM.
  • Desde luego a mi amigo, admirado y siempre comprometido con estas causas, al Dr. Andrés Barreda Marín, hoy coordinador del Comité Ejecutivo del Programa Nacional Estratégico Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes del Conacyt, que impulsa esta agenda de manera decidida desde este renovado Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que tengo el honor de representar.
  • A todo el equipo de la comunidad académica, científica, estudiantil, a las organizaciones de base social, y a todas aquellas personas que día a día se suman a visibilizar, pero sobre todo a atender de forma contundente esta impostergable agenda nacional.
  • También saludo desde esta tribuna a las autoridades de esta, mi Alma Mater, al rector Dr. Enrique Graue, siempre por mantener esta casa abierta por el debate y la lucha a favor de la equidad, de la justicia social y del cuidado de nuestro ambiente.  Todas y a todos, sean bienvenidos. 

Desde el 2018, México vive una refundación nacional de las instituciones, un replanteamiento de la relación entre el gobierno y el pueblo para avanzar con las y los mexicanos en acciones nacionales comunes; en este contexto, se enfrenta una ortodoxia impuesta por un pensamiento neoliberal, que durante las últimas cuatro décadas sustentó la premisa de empoderar a los que más tienen, a particulares y privados que ponderaron sus intereses sobre el bienestar de la mayoría, sin importar la devastación ambiental y la subordinación de la salud y la vida misma de las personas a la generación de una riqueza desmedida que concentran unos cuantos. 

Y así, también se fundó una ciencia neoliberal, aunque no les guste, una ciencia propia del contexto neoliberal, porque la ciencia no se hace en el vacío, es un campo social que depende del contexto y en este caso nos referimos al quehacer científico subsumido a los intereses impulsados desde el poder en un sistema neoliberal. Un discurso científico que se utilizó y aún se utiliza para justificar ciertas formas de organización políticas y económicas, así como para fundamentar decisiones de política pública, supuestamente con bases técnicas. Un estudioso profundo del término es Edgardo Lander, quien señala que esta ciencia se encuentra subordinada a una lógica mercantil, así de manera creciente, investigadores, departamentos y universidades orientan sus actividades guiadas más por un interés económico directo con patrocinio empresarial y hasta público, muchas veces, en lugar de orientar los resultados de su investigación, principalmente por el conocimiento y sobre todo, hacia fines de bienestar colectivo del interés general, del cuidado del ambiente, de la vida presente y futura. Por ello, es de celebrarse este coloquio porque coloca este debate en el centro y desde el seno de una universidad pública y de compromiso humanístico como es mi alma mater la UNAM. 

Continuando, la “ciencia neoliberal” elimina o desatiende el principio de precaución en el quehacer cotidiano. El principio precautorio nos exige que en caso de amenaza para el ambiente o la salud y en una situación de incertidumbre científica, que además caracteriza prácticamente todo el quehacer que nos ocupa, que en estas condiciones se tomen las medidas apropiadas para prevenir el daño; sin embargo, en aras de obtener un lucro económico, muchas veces de corto plazo, este principio queda relegado y también queda relegado el conocimiento. Y esta batalla en temas de transgénicos les genera mucho conflicto a los conservadores, porque el decreto emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador de eliminación de transgénicos y sustitución del uso de glifosato afecta intereses económicos, y por ello, atacan tratando de desprestigiar lo que con sustento y rigor se ha documentado científicamente: los agrotóxicos dañan el ambiente y la salud del pueblo de México y la tecnología industrializada de producción de alimentos, incluyendo los transgénicos, ha dañado también el ambiente de manera generalizada y además, ha despojado a los pueblos de su soberanía, en la procuración de lo más importante: el alimento. 

Así, la ciencia neoliberal promueve el sometimiento tecnológico de la naturaleza y sobre explotación de los recursos naturales en beneficio de las corporaciones que las financian.

Pero, México está cambiando y la transformación, desde sus instituciones, nos ofrece la histórica e invaluable ocasión de trabajar en unidad, pueblos y gobiernos, incluyendo el quehacer de las y los académicos, científicos, tecnólogos, que siempre, además de guiarnos por el conocimiento, debemos estar comprometidas y comprometidos a favor del interés general. Pueblos y gobiernos, hoy en día estamos trabajando por el bien común desde el ámbito científico y tecnológico, buscando el bien común por encima de los intereses creados, los interés particulares y los intereses políticos de dominación. Por todo ello, este Coloquio Internacional, que busca profundizar en la discusión pública y crítica sobre los grandes problemas de contaminación, en los daños a la salud, al ambiente, así como en la falta de regulación y competencias institucionales apropiadas -que causó un régimen neoliberal, permisivo y corrupto- es indispensable, y refrenda nuestro compromiso por avanzar aceleradamente en la atención de la crisis ambiental y de salud que nos ha dejado, no sólo en México, sino también a nivel mundial este régimen.

En este proyecto de transformación, en este primer gobierno de la Cuarta Transformación, el nuevo Conacyt ha realizado cambios sustantivos para atender desde los Programas Nacionales Estratégicos, diez agendas sustantivas, mejor conocidos como Pronaces ya, los problemas prioritarios como los que hoy nos reúnen en este encuentro. Por ejemplo, mediante el Pronaces Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes buscamos visibilizar la acelerada inversión económica que a lo largo de estas décadas exigió y materializó procesos de desregulación jurídica ambiental, y laboral, asociadas a la importación, generación y transferencia de procesos contaminantes y sustancias tóxicas a múltiples regiones de México, calificadas actualmente como de emergencia sanitaria y ambiental, las Resas. Es así como creemos que es indispensable puntualizar en la transformación de las instituciones y en las regulaciones nacionales para adecuarlas a las nuevas circunstancias, lejos de aquella tercerización que fomentó el neoliberalismo desde la década de los noventa, cuando el gobierno negociaba transacciones y privatizaba bienes nacionales para su explotación desmedida, en una relación donde el poder económico y político se nutrían mutuamente en un modus operandi fincado en la corrupción, con la complicidad e inversión del viejo Conacyt en transnacionales, inclusive para o a favor de grandes corporativo como Monsanto, o en el mejor de los casos, con un silencio omiso a estos intereses. 

La relación entre la corrupción y el periodo neoliberal es un primer gran problema que debemos reconocer, entender y profundizar para vincular una serie de propuestas que nos lleven a un reajuste eficaz y pertinente de nuestras capacidades científicas y tecnológicas, enfocándonos en puntos esenciales que no podemos dejar de lado. Por ejemplo:

  1. Sólo con la participación comunitaria en la solución de los problemas, en el entendimiento de los mismos a profundidad para iniciar, podrá haber incidencia académica e institucional.
  1. Conocer cuáles son las graves consecuencias de la movilización e importación de sustancias químicas y tóxicas, así como sus posibles soluciones, las cuales deben estar contextualizadas en que México es un país emblemático a nivel internacional por tener el mayor número de tratados de libre comercio firmados con otras regiones y países. 
  1. Reconocer y entender con un enfoque integral y con rigor epistemológico la compleja problemática de contaminación y devastación socioambiental, tanto en las Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental, como en otras zonas del país para incorporarlas a su inmediata atención, pero primero hay que reconocerlas y estudiarlas.
  1. Identificar la fragmentación de las competencias institucionales para la prevención, atención y vigilancia del ambiente y la salud, así como las brechas en la gestión de sustancias químicas en México, por ejemplo, plaguicidas, incluyendo los altamente peligrosos, hoy foco de debate, metales tóxicos, compuestos orgánicos persistentes y otros residuos peligrosos; una fragmentación que fue construida como un andamiaje para la corrupción que para su eliminación requiere una rearticulación de las instituciones, de las normas, muy minuciosa y con total determinación.  

Tenemos claro que transitar en la implementación de las soluciones requiere tiempo, porque voluntad y esmero hay de sobra por la convicción genuina de quienes hoy estamos al frente de las instituciones de este gobierno. Tenemos claro que no sólo se trata de un rediseño profundo de nuestras instituciones, sino de un replanteamiento en la relación del Estado con el mercado para sobreponer los daños que han causado al país. Pero tenemos aún más claro que, sin el respaldo del pueblo a través de las organizaciones, las comunidades académicas y científicas, comprometidas con la sociedad y el ambiente, no llegaremos muy lejos. Por ello celebro hoy que este “Coloquio Neoliberalismo: problemas de contaminación y daños graves a la salud y al ambiente en México” afirme que no estamos solos y que las soluciones se construyen entre todas y todos. 

Muchísimas gracias y enhorabuena por estos tres días de valiosos intercambios de conocimientos y experiencias y también de posibles soluciones. Estoy segura serán semillas de más acciones y parte medular de la revolución de las consciencias que este país necesita urgentemente

Buenos días y un gran abrazo.