Instalación de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados

Autor
Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez

Cargo
Directora General del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías

Fecha

6 de noviembre de 2024

Me da un enorme gusto estar aquí y escuchar los discursos de los partidos, todos a favor de que se haga una Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), temas que consideramos fundamentales para el desarrollo de nuestro país.

Agradezco que haya venido a saludarnos el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna. Gracias al diputado Eruviel Ávila, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, quien nos invitó a este importantísimo evento al secretario de Educación Pública, Mario Delgado, y a mí.

Agradezco la presencia del director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), con quienes hemos trabajado mucho, como parte de todos los proyectos que tuvimos a nivel de metropolitano en la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) del gobierno de la Ciudad de México.

También agradezco al director del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), Santiago Nieto, con quien estamos trabajando para que sea más fácil patentar. Uno de los problemas que tenemos en el país es el bajo número de patentes que producimos; el camino es largo para el registro, por lo que hemos acordado trabajar de manera conjunta la Secretaría de Economía (SE), el IMPI y la Secretaría que encabezaré para mejorar los tiempos y que la gente también pueda tener nuestro apoyo para registrar una patente.

La importancia que los partidos ven en la creación de la Secihti es entre otros temas –y como lo ha señalado la presidenta Claudia Sheinbaum– el desarrollo de la ciencia, la tecnología e innovación. La doctora Sheinbaum creó dos universidades en la Ciudad de México: la Universidad Rosario Castellanos, que ya cuenta con seis unidades, y la Universidad de la Salud, una universidad que ella y él entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, acordaron hacer, dada la falta que hay en el país de médicos, médicas, enfermeros y enfermeras.

Este es el antecedente de la Secretaría que voy a encabezar, la cual, además de impulsar el desarrollo de la ciencia, la tecnología, las humanidades y la innovación, estará a cargo de darles el carácter de nacionales a estas universidades que creamos en la Ciudad de México, para que estén en otras entidades del país y se pueda incrementar la oferta de educación superior en México.

Seguramente ya se han mencionado algunos datos que trabajamos con el secretario Mario Delgado en materia de educación superior, dado que, en las universidades, en los institutos de investigación del país, es donde se produce la mayor parte de conocimiento científico, humanístico y tecnológico y también, por ejemplo, las patentes. Es muy importante señalar que el sector público, junto con las universidades –además de formar a todos los profesionistas que necesitamos–, también son los que generan una mayor producción de conocimiento en todas las áreas; entonces, es relevante reconocer el desarrollo de nuestro sistema educativo, en particular en el nivel superior, a la par que el de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Por ello, también es necesario reconocer la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el IPN, el Tecnológico Nacional de México (TecNM), de las universidades públicas estatales y también de los Centros Públicos (CP) Conahcyt, e incluso la importancia de la creación del propio Conahcyt, que hoy desaparece para convertirse en una Secretaría, cuyas funciones actuales recuperamos, además de conducir, apoyar e impulsar a los CP Conahcyt, así como al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), las becas, los proyectos de ciencia básica, de ciencia aplicada, de ciencia de frontera, entre otros.

Todos estos apoyos continuarán, pero bajo un modelo que se caracterizará por el fortalecimiento de la coordinación de las capacidades de diferentes instancias que producen ciencia en nuestro país; incluso algunas secretarías tienen institutos de investigaciones; entonces, la coordinación de toda la investigación será una de las principales funciones de la nueva Secihti, así como la de continuar con el aumento en la formación de los profesionistas en el país, y para ello trabajaremos de la mano con la SEP, como ya lo explicó el maestro Mario Delgado.  

Por supuesto, nos importa que desde las infancias se aprenda la importancia del conocimiento para que aprendan a disfrutar la escuela, y también aprendan a disfrutar el entendimiento del conocimiento. No queremos que haya niños que nos digan: “ya no quiero seguir, porque la escuela no es lo mío”, como sucede con algunos estudiantes de secundaria. En este sentido, los maestros tenemos que ser personas que atraigan a los niños al conocimiento y hacer que disfruten entender una suma, una resta, una teoría; que vayan entendiendo lo importante que es el conocimiento.

Insisto en la relevancia de la ciencia y la tecnología, porque creo que sin ciencia y tecnología no existiría la especie humana. Mi línea de trabajo es la evolución de la especie humana; me he dedicado toda la vida a estudiar la evolución biológica, la evolución darwinista, y les puedo decir que no se explicaría la existencia de nuestra especie, que evolucionó gracias al conocimiento de la tecnología. Nuestros ancestros fueron los primeros animales que empezaron a usar tecnologías, a aplicar el conocimiento y eso, en conjunto con mitos y tradiciones, formó a nuestra especie.

Nosotros sabemos que en un proceso de evolución es fundamental el conocimiento y lo seguirá siendo; por tal motivo, el fortalecimiento de la educación, de la ciencia y las humanidades, así como el desarrollo tecnológico y la innovación, están en el centro del proyecto social de nuestra presidenta, que como se ha dicho muchas veces, es una científica, pero también es una tecnóloga que además busca aplicar el conocimiento. Ella busca que las políticas públicas se basen en conocimiento, lo cual no quiere decir que solamente desde el conocimiento científico se va a resolver un problema, pero no hay manera más eficiente de entender una problemática que desde el enfoque de la ciencia, las humanidades y la tecnología.

Al igual que ella, siempre insisto en esta correlación entre las ramas del conocimiento, porque van juntas. La importancia del quehacer científico y humanístico está fuertemente vinculada a un cambio en la valoración de esta actividad humana, que implica la aceptación de la búsqueda del conocimiento por medio de diversas metodologías de las diferentes disciplinas científicas y humanísticas, generando una valoración social del desarrollo tecnológico, de la libertad de cátedra y la racionalización de procesos industriales a partir de criterios científicos, de la sostenibilidad del ambiente natural y de los ecosistemas humanos. Todos ellos son valores que nuestra presidenta reconoce como propios y han sido también parte de su trayectoria como científica.

Son innumerables los ejemplos donde el desarrollo económico de los países, el éxito de sus políticas públicas y el camino hacia la construcción de una sociedad más justa ha tenido como una de sus condiciones el fortalecimiento de su política científica, humanista y tecnológica; por lo cual, necesitamos comprender mejor la relación entre la ciencia, las humanidades y la tecnología, porque a veces es necesario no concebirlas como actividades independientes y desarticuladas; por el contrario, necesitamos desarrollar esquemas y modelos de trabajo donde científicos, humanistas y tecnólogos trabajemos de manera conjunta; sin embargo, no debemos olvidar que los avances de la tecnología han generado brechas sociales y han asentado la desigualdad entre los que pueden obtener beneficios por el desarrollo científico y tecnológico y los que no lo tienen; eso no lo debemos reproducir y tiene que ver con las humanidades, la filosofía y la ética.

Es un error pensar que esto no ocurre, sobre todo porque vivimos en un país que tiene algunas de las desigualdades más grandes del mundo y eso es lo que debemos tomar en cuenta para el desarrollo de estas políticas. Es por ello que el conocimiento humanístico —como la filosofía, la historia, las ciencias sociales— debe guiarnos desde una perspectiva sustentable, ética y de justicia social para garantizar el acceso equitativo a los beneficios de los avances científicos y tecnológicos.

Estamos conscientes que la trascendencia social de una institución del Estado mexicano se mide a partir de su contribución al bienestar colectivo del pueblo, a la búsqueda de equidad; y entender cómo la ciencia, las humanidades y la tecnología deben ir de la mano significa potenciar y favorecer las condiciones para que los desarrollos tecnológicos impulsen el avance en diferentes campos disciplinarios. De la misma manera, los avances científicos garantizarán la aceleración y la creación de nuevas tecnologías para resolver problemas que amenazan a nuestro planeta y a nuestras comunidades.

La correlación entre tecnología y ciencia nos ha ayudado a explorar el espacio y entender mejor nuestro mapa genético para combatir las enfermedades, a desarrollar soluciones como las vacunas o nuevos medicamentos y diagnósticos más acertados. Por su parte, la historia y la filosofía de la ciencia muestran muchos avances que se han dado gracias a la experimentación realizada por soluciones tecnológicas. Insisto en que, en esta relación, la ciencia ha sido precursora de los avances tecnológicos; mientras que la tecnología ha logrado disrupciones que permiten saltos acelerados en la construcción del nuevo conocimiento; ambas están en una constante interacción en la que, por periodos, una es preponderante sobre la otra, pero van juntas, siempre bajo una orientación humanística.

Hoy no podemos imaginar la investigación científica sin el soporte de las computadoras modernas o de los grandes equipos de laboratorios, con tecnologías que ya son indispensables para la experimentación o la observación del macro y microcosmos; es decir, van relacionadas. En ese sentido, hay quienes preguntan: “¿por qué todo en una Secretaría?”. Esto se debe a que el conocimiento se genera en conjunto, es fundamental relacionarlo todo entre sí.

Ahora bien, ¿cuáles serán algunos de los objetivos de la Secihti? –y este será el acrónimo, porque se llamará Secretaría de Ciencia, Humanidades Tecnología e Innovación– entre sus principales atribuciones estará la de coordinar los esfuerzos para consolidar un sistema científico, humanístico y tecnológico en beneficio del país, porque hay muchísimos en cada lugar del país. La UNAM, el IPN y el TecNM tienen universidades en los estados, muchas de un alto nivel, y también las universidades estatales, ubicadas en Jalisco, Nuevo León, Guerrero, Oaxaca, etcétera; además de que, en todo el territorio, tenemos también CP de investigación coordinados por Conahcyt y también hay Secretarías que tienen institutos de investigación, como las Secretarías de Energía, Medio Ambiente, Salud, entre otras; entonces, todo eso tiene que coordinarse. Sucede que muchas veces una universidad y un CP Conahcyt trabajan en la misma línea, con diferentes recursos y sin relacionar a sus investigadoras e investigadores.

Otro de los logros, en este sentido, que se hizo en la Ciudad de México —cuando fue jefa de gobierno la doctora Claudia Sheinbaum—, fue la Red Ecos, pero se trabajó en realidad en muchos sentidos a nivel nacional, porque participó la UNAM, el IPN —que son de carácter nacional— e igual los institutos de salud. Esta forma de coordinarnos y de trabajar en colaboración con los responsables de las diferentes áreas de investigación es fundamental y lleva a un aprovechamiento de los recursos económicos y culturales de las personas que se dedican a la investigación de un proyecto; es un estilo que vamos a retomar.

Por supuesto, un tema central será formular y conducir la política nacional en los temas que nos competen de humanidades, ciencias, tecnología e innovación, así como articular, integrar, coordinar y ejercer la rectoría que corresponde al Estado mexicano en estas áreas. La Secihti será la rectora de toda la producción de conocimiento en estas áreas y de su aprovechamiento para el beneficio del país. Entre varias de las encomiendas que tenemos, una de las principales es buscar el desarrollo de estas áreas, pero también lograr que se desarrollen de manera coordinada para hacer un mejor uso de los recursos, así como promover la colaboración, cooperación y articulación entre la federación, las entidades federativas, los municipios y las demás demarcaciones territoriales de la Ciudad de México.

Este será el eje central de la política en ciencia que va a encabezar la doctora Claudia Sheinbaum y, como ya lo había señalado el maestro Mario Delgado, asegurar, en coordinación con la SEP, la inclusión de enfoques y contenidos humanísticos, científicos, tecnológicos y de innovación en los diferentes programas de estudio que se oferten en las instituciones del país, desde el nivel preescolar hasta el superior.

De esta manera, nos coordinaremos para generar la producción científica, que es muy importante en el país, toda vez que tenemos grandes posibilidades de ser una potencia científica, una potencia en la producción de conocimiento, una potencia en la aplicación de conocimiento, pero tenemos que buscar que también haya más vocaciones en estas áreas desde las infancias. Un ejemplo es que todos aquí hemos tenido una situación en las calificaciones de las y los estudiantes de educación básica; por ejemplo, en matemáticas tenemos que profundizar y ver cómo los grandes matemáticos analizan, cómo pueden enseñar mejor para que los niños y las niñas entiendan fácilmente los conceptos que se producen en todo el ámbito de la ciencia.

De este modo, la nueva Secihti se regirá por un principio que salvaguarda la libertad de cátedra y de investigación, así como el respeto a la autonomía universitaria, y auspiciará, en todo momento, la cooperación con las diferentes comunidades académicas; no sólo nacionales, sino internacionales, porque la ciencia y la tecnología tienen un carácter global, y eso hay que reconocerlo. Debemos tener intercambios con todos los demás países con los que México tiene ya una importante relación; de esta manera, entre todas y todos, encontraremos soluciones para incrementar la producción científica, orientada a que más jóvenes se dediquen a estas actividades.

La Secihti también contribuirá al incremento del número de patentes mexicanas que incentiven la innovación tecnológica y se traduzcan en desarrollo económico, además de cuidar las patentes mexicanas con altos estándares de calidad para fomentar la calidad y la competitividad de nuestro país. Mencioné antes que tenemos una alianza con la Secretaría de Economía y el IMPI para buscar que exista esa posibilidad de aumentar el apoyo a la gran creatividad que hay en México, pero que también se logre ese reconocimiento y permita también su comercialización.

En este sentido, la doctora Claudia Sheinbaum presentará, en breve, las propuestas que ya tenemos para desarrollar un auto eléctrico, el cual nos ha encargado que sea accesible para las personas; otra encomienda es la creación de chips y semiconductores. En México tenemos también grandes científicos que entienden muy bien y que pueden aplicar el conocimiento de una manera productiva, no solamente para un artículo, para un paper, sino también para un desarrollo económico, y estamos trabajando con ellos, en conjunto, para crear empresas que tengan que ver con esa producción que se requiere de semiconductores y chips.

Estos son sólo algunos de los muchos encargos a la Secretaría, por lo que sí requeriremos del apoyo de esta Comisión, de todas las instituciones de educación superior de México y de los CP Conahcyt, para que se pueda lograr este avance planteado por la presidenta Claudia Sheinbaum y que, estoy segura, se podrá hacer realidad.

Muchísimas gracias a todas y a todos.