Dejan sin recursos a centros científicos

El 9 de agosto, el diario Reforma publicó en portada una nota en la que, con datos falsos, tergiversaciones e imprecisiones, se afirma que el gobierno federal ha retrasado la asignación de recursos a los Centros Públicos de Investigación, al tiempo que asegura que varios de ellos presentan subejercicios presupuestales, lo cual es una evidente contradicción. La información es falsa, no ha habido retraso alguno y se ha cumplido a cabalidad con la entrega de recursos a los CPI, además de haber destinado una inversión histórica para investigación e infraestructura científica. 

Título de la nota
Dejan sin recursos a centros científicos

Medio
Reforma

Autor
Jorge Cano

Fecha
 9 de agosto de 2021

Este lunes 9 de agosto, el periódico Reforma publicó en su portada la nota “Dejan sin recursos a centros científicos”, firmada por Jorge Cano. Además del titular amarillista, el periodista utiliza datos falsos y tergiversaciones que, además de intentar confundir a las y los lectores, denotan una ignorancia supina del sector científico. 

Por lo mismo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología aclara lo siguiente: 

La nota afirma que “La promesa del Gobierno de respaldar el gasto de los centros de investigación, una vez que comenzó la eliminación de sus fideicomisos, no se ha cumplido. La propuesta era que, ya sin los fideicomisos que financiaban la actividad de estos centros, los recursos provendrían del presupuesto federal; sin embargo, actualmente la mayoría de los centros de investigación acarrean retrasos presupuestales”. 

Más adelante, insiste en que “21 de los 27 centros de investigación del Conacyt presentan retrasos en su asignación presupuestal, que van del 3 al 73% dependiendo de la institución” los cuales, según él, “ascienden a 3,909 millones de pesos”. 

Se informa que, de acuerdo con los registros contables del Conacyt, el gobierno federal ha cumplido a cabalidad, en tiempo y forma, con la ministración de recursos a los Centros Públicos de investigación (CPI), conforme al calendario presupuestal del PEF 2021. No ha habido retraso alguno. Por ello, causa asombro que el periodista se aventure a dar porcentajes y a citar como fuente a la propia “Secretaría de Hacienda”, omitiendo mencionar el documento de origen.

Enseguida, se olvida de los “retrasos presupuestales” y cambia el argumento para señalar que el problema es que “se acumula un subejercicio de 732 millones de pesos”. La contradicción del periodista es notable: ¿falta de recursos por supuestos retrasos o que sí tienen recursos suficientes pero que no los usan (subejercicio)? El periodista no lo aclara, pero sí recurre a esta frase para constreñir el corazón de los lectores: “Apenas alcanza para pagar la luz y el agua, pero no hay dinero para nuevos equipos ni para mantenimiento”. Al respecto, en el Conacyt no tenemos registro de solicitud de recursos adicionales hecha por algún CPI para pagar servicios.

Como si fuera una novela de misterio y llena de dramatismo, el periodista Jorge Cano atribuye a “un investigador que solicitó anonimato por temor a represalias” el testimonio de que los investigadores de los CPI del Conacyt están “recurriendo al deshuesadero de equipos. Usamos las piezas de unos equipos para actualizar otros”. 

Además de sugerir de manera malintencionada que existe un régimen de represión, lo cual es totalmente falso, la intención del autor es crear la idea de que los investigadores del Conacyt trabajan en condiciones de pobreza extrema y que, en su desesperación, se adentran a buscar piezas en los basureros. Nada más lejos de la realidad. Es preciso recordar que, cada año, el Conacyt publica una convocatoria para facilitar la adquisición y el mantenimiento de equipos. En 2021, el monto total de esta convocatoria fue de 300 millones de pesos. Además, en cientos de proyectos financiados por el Conacyt, los equipos de investigación solicitan la adquisición de equipos, tanto de laboratorio como de cómputo.

Más adelante, el falsario afirma que “los investigadores ahora dependen de convocatorias internacionales” y que “deben dedicar más tiempo a proceso de fondeo que de investigación”. 

Por un lado, el autor ignora que la gran mayoría del financiamiento a proyectos de investigación científica procede de convocatorias públicas nacionales, no internacionales, y que éstas son suficientes, amplias y diversas. No ha habido ningún cambio que haga suponer que hay menos opciones ni factores que obliguen a los investigadores a invertir mayor tiempo que antes en la búsqueda de financiamiento.

La siguiente tergiversación del periodista tampoco tiene desperdicio: “el gasto que llega de Hacienda se libera en marzo y se deberá ejecutar para finales de octubre por lo que hay un margen limitado para la planeación”. 

Al respecto, le aclaramos que la Secretaría de Hacienda libera los recursos para los Centros de Investigación del Conacyt en los primeros días de enero y que, al igual que en resto de dependencias del gobierno federal, la planeación presupuestal se realiza con sobrada anticipación, es decir, el año anterior. También es importante que sepa que la ejecución del gasto corresponde con el año fiscal. Es decir, termina el 31 de diciembre y no en octubre como afirma en su nota.  

Sobre las aseveraciones en torno a los recursos de los fideicomisos que, según la nota, “anteriormente estaban etiquetados exclusivamente en torno al quehacer científico”, queda claro que el autor ignora que los recursos de los fideicomisos de los CPI se encuentran actualmente en las tesorerías de los propios CPI. También desconoce, por ejemplo, que existen Centros Públicos de Investigación, como Infotec y Comimsa, que no reciben recursos presupuestales de la federación. Sus recursos son propios, autogenerados. 

Es importante decirle al periodista de Reforma que, si está interesado en los problemas presupuestales del sector científico, le sugerimos que consulte la inversión del Conacyt en los rubros de ciencia básica y de frontera realizada en el sexenio pasado, entre los años 2017 y 2018, donde encontrará que se invirtieron cero pesos y que esto nadie lo cuestionó. En contraste, en el Conacyt de la 4T hemos destinado más de 2 mil millones de pesos para el financiar investigación de frontera e infraestructura científica.