Discursos

Conocer el pasado para comprender el presente e imaginar los futuros posibles Proyecto: un futuro (in)evitable

Muy buenos días a todas y a todos quienes hoy asisten a esta Conferencia interamericana de Seguridad Social para celebrar la Decimonovena (19) Sesión Ordinaria de la Asamblea General de Asociados de la Fundación IMSS, que trae a la mesa importantes reflexiones sobre el pasado para comprender el presente e imaginar los futuros posibles de la salud de nuestro querido pueblo mexicano.

En las décadas previas a este primer gobierno de la Cuarta Transformación de la vida pública en México se mermó la rectoría soberana del Estado, desmantelando los sistemas públicos en todas las áreas del bienestar, entre ellas el de la salud. Por décadas, la salud se mercantilizó, se debilitaron los sistemas e instituciones públicas responsables de su atención, se desvinculó la participación ciudadana de su promoción y se perdió la soberanía en áreas claves para el cuidado de la salud poblacional, este es el caso de las vacunas, para las cuales éramos soberanos en 1999 y también muchos otros casos.

La organización de los procesos mercantiles globales en favor de la rentabilidad de empresas privadas promovió “externalidades” sanitarias, sociales y ambientales de consecuencias epidémicas que nos han acercado cada vez más a ese futuro distópico que creía mucho más lejano. En unas cuantas décadas, se descuidó el carácter social y público de la salud en México.  

En nuestro país, las principales causas de muerte están relacionadas con afecciones crónicas prevenibles como la cardiopatía isquémica, enfermedad renal crónica, asociada a la toxicidad ambiental, cada vez a edades más tempranas, la diabetes mellitus, la obesidad, el cáncer, entre otras. La mortalidad prematura en infancias, adolescencias y juventudes mexicanas causadas, por ejemplo, por leucemias agudas, algunas muy raras y enfermedades renales crónicas prematuras, son el resultado de una alta vulnerabilidad social y ambiental, muchas veces asociada a una toxicidad inaceptable y una consecuente falta de atención oportuna y eficaz, para la cual ni toda la tecnología ni la inteligencia artificial será suficiente si no resolvemos las causas estructurales de estos fenómenos. Esto tiene que ver con la implantación del sistema llamado neoliberal de los últimos tiempos y queja no solamente a nuestro país, sino a muchos países del mundo, con tecnologías mucho más sofisticadas que las nuestras. 

Una de las apuestas del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, Conahcyt con h, para organizar esfuerzos de investigación en torno a problemas nacionales son los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces). El Pronaces-Salud, engarzado muy de la mano de la Secretaría de Salud, ha contribuido a incidir en temas tan importantes como la leucemia infantil, la salud comunitaria, entre otros. Actualmente, se trabaja en la transformación de los procesos de investigación e innovación hacia acciones concretas de incidencia social en materia de salud, con énfasis en su conducción para posibles políticas públicas.

El impulso a la soberanía tecnológica, con el desarrollo y producción de los ventiladores mecánicos invasivos, uno de ellos el mejor del mundo hoy en día, el : Ehécatl 4T; el único ventilador adaptativo del mercado a nivel mundial y también el desarrollo de la vacuna Patria, una novedosa plataforma que nos genera la posibilidad de soberanía en esta área tan importante, ya señalada por varios de ustedes y la creación de la empresa mixta, pública y privada, Serimédica de México, que tiene ya la capacidad en una pequeña planta en el Estado de México de producir más de 24,000 dispositivos médicos cien por ciento mexicanos de alta especialidad y muchas otras acciones que el Conahcyt ha emprendió para ir atendiendo prioridades de nuestra salud con una visión pública y soberana. 

Otras contribuciones que se gestan actualmente desde el Consejo Nacional con miras a futuro en temas de formación y acceso universal al conocimiento son la Especialidad Nacional en Bienestar Comunitario, las especialidades que ya mencionó el director general del IPN,  con líneas terminales de Salud Comunitaria y, entre muchas otras, por ejemplo, con la guía del secretario de Salud y el mandato del señor presidente, la creación de Kalan -que quiere decir prevenir en maya- Centro Nacional de Culturas de Salud y Bienestar en la sede de Lieja de la Secretaría de Salud y que pretende ser un centro abierto, un complemento a la educación, a todos los niveles de la población.

¿Qué hacer para que en el horizonte se vean reflejadas las transformaciones profundas del presente?

• Los sistemas de salud y la investigación científica se han de centrar respectivamente, en estudiar y atender la salud más que la enfermedad. Prevención es la palabra clave que hemos escuchado ya varias veces. 
• Desde los programas deIMSS-Bienestar consolidar el cambio de paradigma en los enfoques de atención primaria en salud y continuar privilegiando la salud preventiva y la participación social en el mantenimiento, conservación y cuidado de la salud son una prioridad que, desde mi punto de vista, antecede a cualquier desarrollo tecnológico, pero no se pelea con estos. 
• Además de asegurar el acceso y atención universales, garantizar el acceso a condiciones alimenticias, ambientales y sociales saludables que están determinadas estructuralmente y si estas estructuras no cambian, es fundamental para poder tener eficacia en la atención universal de la salud a toda nuestra población.  
• La consolidación y sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud requerirá el fortalecimiento de una ciudadanía en salud con la cual se deberán crear sinergias.
• Reivindicar el sentido de la promoción de la salud para el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades y capacidades de las personas y colectivos, desde luego, para ejercer un control mayor sobre sus procesos de salud-enfermedad y para eliminar obstáculos que restrinjan las oportunidades de acceso al bienestar total.
• Prevenir la emergencia y progresión de las enfermedades mentales como parte del fortalecimiento de la promoción de la salud en México, desde luego, otra prioridad reiterada en esta mesa.  
• Creación de espacios formativos en torno a la salud que contribuyan a fomentar el pensamiento crítico y científico, sin menoscabo del respeto a los saberes tradicionales, acerca del funcionamiento del cuerpo y el cuidado integral sistémico de nuestra salud, en interacción retroactiva con el medio ambiente.
• Renovación de la práctica profesional del personal de salud, desde una perspectiva contextualizada causal-estructural e incluyendo la determinación social y ambiental de la salud.
• Promover y mantener la naturaleza colectiva del derecho a la ciencia que asegure el acceso a los beneficios del desarrollo científico para todas las personas.

En suma, para evitar la degradación de la calidad de vida y el bienestar de la mayoría de la población es urgente continuar transformando las estructuras e instituciones que han determinado la repartición injusta y desigual de los determinantes de enfermedad y los riesgos socioambientales. Esto no será posible sin la participación y corresponsabilidad social que nos atañe a todas las personas, por ello el compromiso latente e inagotable de seguir trabajando con firmeza y determinación en cada uno de nuestros encargos desde la Administración Pública Federal, defendiendo siempre y anteponiendo en todo momento el bienestar de las personas, sobre cualquier otro interés particular.

Muchas gracias.