Autor
Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces
Cargo
Directora General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
Fecha
2 de mayo del 2023
Para mí es un honor, es un gusto, es un tema fundamental para México y para el mundo nuestra alimentación, nuestra salud y en el caso de México, nuestro alimento básico, el maíz. Somos de maíz y sin maíz no hay país.
Saludo con muchísimo gusto a todas las personas que hoy nos acompañan a este foro científico internacional, generado en alianza virtuosa entre el nuevo Conacyt, ya con H; Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) y además esta casa del conocimiento y los saberes de todo el pueblo de México, se une también a una institución fundamental del gobierno de México: la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios la (Cofepris). A este seminario le hemos puesto de título “Daños y riesgos para la salud por el consumo de maíz transgénico y la regulación internacional”.
Antes de continuar con la apertura de este importantísimo encuentro, internacional quisiera saludar especialmente y con mucho aprecio, a quienes nos acompañan de manera solidaria, fraterna y comprometida, a este foro, a esta mesa de diálogo abierto frente al pueblo de México y a los pueblos del mundo.
Saludo desde luego a mi compañero de gabinete al:
- Dr. Alejandro Svarch Pérez, comisionado federal de la Cofepris y gran aliado de la transformación profunda de la vida pública de nuestro querido México.
- También con muchísimo gusto y respeto al Dr. Alejandro Espinosa Calderón, secretario Ejecutivo de la Cibiogem; un compañero tenaz y comprometido con el bienestar de nuestros pueblos, ahora a cargo nada menos que de cuidar la bioseguridad del pueblo de México.
- Al Dr. André Leu, director de Regeneración Internacional de Australia. Bienvenido, wellcome. Es un gusto tenerlo en este encuentro; nos gustaría tenerlos presencialmente, como en otras ocasiones, pero estas tecnologías bien utilizadas nos sirven para poder hacer estos encuentros internacionales
- Con muchísimo gusto saludo a la Dra. Angelica Hilbeck, investigadora de muchos años ya, del Instituto de Biología Integrativa de Suiza.
- Al Dr. Gilles-Eric Seralini, él es profesor e Investigador de la Universidad de Caen de Francia; incansable luchador por la verdad, por la ciencia verdadera, por la salud y la vida. Y bueno, ha recibido muchísimos ataques, pero él se ha mantenido con un compromiso férreo a su ciencia y a los resultados que han ido generando. Es un honor recibirle, muchísimas gracias, doctor Seralini.
- Saludo desde luego también a la Dra. Michelle Perro, médica pediatra y directora ejecutiva de GMO Science de Estados Unidos. La doctora Perro es también otra incansable defensora de la verdad, de la ciencia que es honesta y se rige por el conocimiento por su guía fundamental siempre a favor de las causas justas thank you for your participation in this international fórum, Dra. Perro.
- Y a la Dra. Leticia Moreno Fierros, profesora titular e investigadora de la Facultad de Estudios Superiores, de la Universidad Nacional Autónoma de México de México, nuestra importantísima casa de estudios, alma mater, la UNAM, es un placer recibirle Dra. Moeno, muchas gracias por su participación.
Es un verdadero placer y un honor tenerles a todas y a todos ustedes reunidos en este importante foro internacional. Aquí se reafirma el compromiso que, bajo la guía de nuestro presidente, el Licenciado Andrés Manuel López Obrador, se tiene en este primer gobierno de la Cuarta Transformación; un compromiso a favor de la ciencia, de la ciencia honesta y comprometida social y ambientalmente y también un compromiso estrecho de este nuevo Conahcyt en colaboración con otras instancias de la Administración Pública Federal, que ya he mencionado, para trabajar en conjunto por la transformación profunda de los sistemas agroalimentarios para que sean más sanos, justos y soberanos, por el bien de toda la humanidad, porque lo que pasa en México, siendo uno de los importantísimos centros de origen biocultural de decenas de alimentos, más de alrededor de 15 alimentos de origen vegetal que se sirven en las mesas de todo el mundo, se originaron y se siguen diversificando en nuestro país.
Esta base fundamental para el futuro de la seguridad alimentaria del mundo entero, que tenemos en nuestro país, debe de resguardarse por el bien de nuestra población de nuestro pueblo y del mundo entero. Siempre estaremos además conscientes de que esta riqueza que nos da raíz que nos da porvenir que nos da futuro a México y el mundo, no podría ser posible sin la participación activa y afortunadamente viva, fuerte, solida en nuestras comunidades desde hace miles de años, pero que siguen sosteniendo esta riquísima diversidad y generando, día a día, esta diversidad en pueblos que hoy en día mantienen una gran riqueza, una gran agrobiodiversidad en nuestros territorios.
Este webinario científico internacional tiene como propósito ser un espacio más, porque hemos generado otros, para escuchar de viva voz de expertas y expertos, con reconocidas trayectorias a nivel internacional, cuál es la información científica sobre los daños y riesgos asociados al uso y consumo del maíz transgénico; una ciencia sin conflicto de intereses generada y guiada por el conocimiento por lo que arrojan los datos y el compromiso social y ambiental.
También es muy importante que comparta la verdadera historia de lo que sucede por la exposición sostenida de herbicidas de agrotóxicos, como el glifosato que están indisolublemente relacionados con la tecnología de plantas transgénicas y también es muy importante cómo se están discutiendo y empujando estas investigaciones científicas para sustentar la regulación internacional de estos desarrollos tecnocientíficos que se hacen particularmente, fundamentalmente, al seno de grandes corporaciones, cuyo interés fundamental es el lucro
Este espacio, además, nos permitirá aproximarnos a conocer los instrumentos, por lo tanto, jurídicos internacionales del derecho comercial, ambiental y de los derechos humanos individuales, también colectivos que esta y futuras generaciones, pues de ahí se derivan los argumentos además científicos y también jurídicos que sostienen las acciones del gobierno de México para dejar de usar el maíz transgénico en nuestra alimentación, para dejar de usar maíces transgénicos, además, contaminados con glifosato en la alimentación humana.
Para nuestros pueblos y ciudades es este maíz, la masa y las harinas que se elaboran con este maíz, la base de nuestra tortilla, alimento imprescindible de millones de hogares; el 90 % de las y los mexicanos consumimos tortillas al menos 3 veces por semana y una cantidad de aproximadamente medio kilo y, a veces, más de manera diaria.
Además de este gran desafío, México también avanza en una dirección correcta y de forma gradual sobre el maíz transgénico para la alimentación animal y para el uso de este grano en otros procesos industriales que se usan para diferentes fines, inclusive algunos procesos industriales complejos que derivan en componentes que también forman parte a veces de los alimentos y, por supuesto, que distinguen la restricción que ahora fortalece nuestra demanda colectiva mediante el decreto presidencial de la liberación a campo abierto de estos maíces transgénicos pues sabemos a ciencia cierta que es imposible la coexistencia de maíces nativos y la polinización abierta como son los maíces que cultivan nuestras comunidades campesinas y las siembras de maíz transgénico a campo abierto sin que estos contaminen con sus transgenes a nuestra razas latinas, habiendo por la multitud de posibles impactos no deseados a la integridad y a la diversidad genética de nuestro alimento fundamental. Es decir, ahora en este gobierno; en este primer gobierno de la Cuarta Transformación se trata de no simular si no de ejercer plenamente nuestra soberanía nacional, en este caso, que nos ocupa aplicada al ámbito agroalimentario.
Todas estas acciones que está impulsando y ejecutando de manera decidida y a pasos agigantados el gobierno de México, están contrarrestando las políticas neoliberales que en el pasado nunca procuraron la bioseguridad y fomentaron de manera irresponsable la siembra y el consumo de organismos genéticamente modificados, a pesar de que ello ha implicado riesgos inaceptables, desde un punto de vista científico, social y ético, pero las luchas de las mayorías de campesinos, de científicos comprometidos con la sociedad y el ambiente, de la sociedad civil, en general, lograron detener esta invasión esta colonización transgénica y afortunadamente hoy en día en México la diversidad de maíces nativos está integra y desprovista de contaminación transgénica en términos reales y significativos para afectarlo.
Contrario a todo ello, México en estos tiempos que corren, una época estelar de la vida pública de nuestro país, ha asumido un compromiso con la salud y la vida de las personas por encima de cualquier interés comercial y, a pesar de múltiples presiones de intereses creados que buscan, a través del infundio y de la mentira, de la manipulación y la simulación, confundir a la población con ideas alarmistas como la de que habrá escasez de alimentos si se prescinden de estos agrotóxicos. Esto no es verdad y se está demostrando porque hemos logrado disminuir el uso de glifosato a un 25 % y la producción del maíz, blanco, nativo o híbrido va en aumento; los subsidios también han aumentado y esto ha estimulado a que volvamos a ser autosuficientes y soberanos en este alimento fundamental para nuestra población.
El aumento del glifosato en el campo mexicano, a partir de la década de los noventa, no representó realmente un crecimiento de la producción, pero si un aumento de enfermedades como el cáncer y la diabetes mellitus, que es difícil establecer la causa directa, pero esta sustitución de un maíz sin este agrotóxico, alto en proteínas, alto en grasas, ácidos grasos y otros nutrimentos que caracteriza a nuestras razas nativas de maíz, por un maíz amarillo, altísimo en almidón, carbohidratos, diabetógeno, mucho más de los maíces nativos que, además, vienen con altos contenidos de toxinas, son maíces acumulados en los silos americanos y también adicionados en un porcentaje altísimo con glifosato y otros posibles agrotóxicos, está sin duda, siendo el maíz tan importante y esta sustitución de maíz bueno, por maíz malo, no son equivalentes sustancialmente, tan aberrante en la base del aumento de estas enfermedades, incluida la obesidad.
Asimismo, con datos de la cota de importación del glifosato, es posible observar que importamos ya mucho, mucho menos glifosato y, sin embargo, reitero, que solían utilizarlo por adicción, más que por necesidad, incluyendo al maíz, no ha disminuido, sino todo lo contrario. Por ello, México se mantiene firme en la protección de la gran riqueza biocultural del maíz y la milpa, que le debemos a las y los campesinos que, incansablemente, siguen resistiendo, y sembrando, año con año, en cientos de poblaciones locales, en estas siembras, además, agroecológicas. Son ellas y ellos, en estas comunidades campesinas de México, tanto indígenas, como mestizas, los guardianes del maíz y las semillas nativas, quienes por razones culturales, sociales, tecnológicas, de tecnologías milenarias y también económicas, siguen haciendo de los territorios de México la fortaleza de nuestra soberanía en general, pero en particular, de nuestra soberanía alimentaria.
Asimismo, para México el cuidado del ambiente, de la ecología, de nuestra diversidad biológica y en particular agrobiológica que hemos procurado en acciones culturalmente pertinentes con los pueblos, nos ha hecho reencontrarnos en una misma visión para cuidar y defender el maíz que originalmente han salvaguardado desde épocas milenarias, como un bien común y no como una mercancía.
En nuestro país también hemos privilegiado la alimentación sana, nutritiva y culturalmente adecuada, pues se busca que las familias mexicanas consuman de manera mayoritaria el maíz mexicano que posee mejores cualidades nutricionales e inclusiva, como dicen nuestras mujeres campesinas, que el maíz no sólo nos alimenta, sino nos salva, porque posee también características nutricionales, que a lo largo de los tiempos, previenen algunas enfermedades y que contrasta radicalmente con la naturaleza diabetógena y otras de riesgos de salud de los maíces transgénicos adicionados con glifosato y otros posibles agrotóxicos.
También seguimos ,a partir del 1° de diciembre del 2018, salvaguardando la salud de todas las personas que habitan cada pueblo, incluso trascendiendo fronteras, porque al reducir de manera gradual las importaciones de maíz amarillo transgénico, necesariamente está aumentando la producción del maíz diverso y más saludable y esta producción puede inclusive llegar a otras partes del mundo.
Este maíz transgénico, repito, indisolublemente asociado al glifosato, necesariamente causa problemas de salud y el sustituirlo este maíz transgénico con glifosato, insisto, con maíces nativos mexicanos no hará más que coadyuvar a una mejor salud de todas y de todos.
Han sido cuatro años de emprender y continuar acciones desde el gobierno de México, que contribuyen, también, a mejorar las economías locales y campesinas, sin que ello genere impactos negativos para la relación comercial histórica de intercambio de productos y mercancías que han favorecido a los pueblos de México, de Canadá y de Estados Unidos, pero como dicen agricultores de aquellos países vecinos del norte: no es mandatorio de estos tratados que los países receptores países reciban mercancías peores de las que pueden producir domésticamente en sus propios países.
Parece muy poco tiempo, pero en realidad ha sido un largo y sinuoso camino de debates profundos que, más que agotarnos, nos impulsan a seguir avanzando de la mano de las comunidades campesinas y de todo el pueblo de México, bajo el único propósito de que siempre se ponga por delante la salud, al vida, el bienestar de las personas y el cuidado del ambiente.
Antes de finalizar, permítanme dedicar esta mesa de diálogo como un humilde, pero sincero y muy sentido homenaje a Ronnie Cummins, uno de los grandes luchadores en esta causa y acaecido, tristemente, hace algunos días. Ronnie fue cofundador y director de Organic Consumers Association y de Regeneration International y con su partida, deja un espacio enorme que debemos ocupar con esfuerzos solidarios y acciones decididas, inspiradas, inspirados por su larga trayectoria a favor de la vida, a favor de todas y de todos. Desde aquí, enviamos un muy afectuoso pésame solidario a su familia, amistades y colegas con deseos de resignación, de recuperación de esta pérdida pero con la inspiración, con la luz que nos deja toda su trayectoria y su ejemplo, nuestro querido colega Ronnie Cummins.
Estimadas y estimados, nuestro compromiso es con la vida, la salud, el ambiente, la diversidad biológica y cultural. El maíz es un pilar del legado biológico y cultural del pueblo de México, es el eje de nuestro sistema alimentario, es nuestra raíz cultural y nuestro porvenir y gran parte de las prácticas sociales, rituales, culturales, económicas y religiosas en nuestro país están ligadas estrechamente a los maíces en su diversidad maravillosa. Por ello, reafirmamos una vez más que sin maíz no hay país y ¡Que Viva el maíz! ¡Que viva la milpa! ¡Que Viva México! y que vivan todos los pueblos del mundo que luchan a favor de las soberanías y de la vida.
Muchas gracias y enhorabuena por este gran encuentro. Un abrazo muy cariñoso.