Autor
Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces
Cargo
Directora General del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías
Fecha
24 de noviembre de 2023.
Buenos días a todos en México.
Buenas noches a todos en Rusia.
Ojalá pudiera hablar ruso, lamento que no sea así. Hoy
hablaremos en inglés.
Es un gran honor para mí, en nombre del Gobierno de México, a través del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), consolidar esta colaboración internacional con el Jardín botánico e Instituto de Investigación de toda Rusia N.I. Vavilov, institución de reconocimiento mundial en la investigación de la biodiversidad, que es también un reservorio de vida que protege esta riqueza, y forma parte del Ministerio de Ciencia y Educación Superior de Rusia.
Es un gran placer saludar a quienes presiden este evento y a quienes nos acompañan en este acto que es punto de partida para poder incrementar nuestras capacidades, tanto en Rusia como en México, para preservar la biodiversidad para el bienestar de toda la humanidad:
- A la Dra. Elena Khlestkina, directora del Instituto de Instituto de Investigación de toda Rusia N.I. Vavilov.
- Al excelentísimo Sr. Eduardo Villegas Megías, Embajador de México en la Federación de Rusia. Quién es clave para este evento de hoy y quién ya ha resumido los hechos anteriores que hicieron posible esta firma.
- Al Sr. Serguei Parjómenko, consejero de la Embajada de Rusia en México.
- Sr. Aleksei Averjanov, jefe del Departamento de Cooperación Internacional de la ciudad de San Petersburgo.
- A todos los colegas del Instituto Vavilov: reciban hoy mis saludos y bienvenida.
- Y a mi equipo por supuesto en México, en este nuevo Conahcyt, el Dr. Alejandro Espinosa Calderón, quien es Secretario Ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem); y la Dra. Delia Aideé Orozco Hernández, directora adjunta de Desarrollo Tecnológico, Vinculación e Innovación del Conahcyt.
Me congratula el estar el día de hoy aquí.
Con esta alianza entre el Conahcyt y el Instituto Vavilov, y con la firma de este convenio, estoy segura que nuestros países rendirán homenaje a los sueños del botánico y genetista Nikolai Vavilov, y también a las y los científicos en México, quienes manifestaron la importancia que es para el futuro de la humanidad, el preservar la biodiversidad de México.
Nikolai Vavilov, durante el siglo XX, emprendió acciones para la investigación y conservación del legado genético de las plantas del mundo; y las comunidades campesinas, que han defendido los campos para alimentar al pueblo y a la humanidad.
Este acuerdo de cooperación que hoy nos reúne, se encuentra alineado con la perspectiva del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el nuevo Conahcyt, ahora con una “H” de humanidades, que guía nuestro trabajo.
El nuevo Conahcyt ha sido refundado en este gobierno con la entrada en vigor de la primera Ley General de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, la cual se cimienta en el derecho humano a la ciencia y otros derechos fundamentales para asegurar el bienestar de las personas y el ambiente. En otras palabras, no queremos que el desarrollo científico y tecnológico sea utilizado con fines bélicos, queremos que sea utilizado para la paz y el bienestar de toda la humanidad.
Nuestra nación, México, es un país megadiverso y lugar de origen, diversidad y domesticación de múltiples cultivos y plantas que constituyen la base biológica de nuestra soberanía alimentaria nacional, y también de la seguridad alimentaria mundial, pero que también se encuentra en la base de nuestra soberanía.
El botánico ruso Vavilov encontró en México una nación agrodiversa, con maíz, frijol, algodón, pimiento, calabaza, cacao, y muchos otros. Durante la primera colección extensiva de semillas en nuestro país identificó más de 50 especies comestibles y 20 especies ornamentales.
Cabe señalar que entre el 15% y el 20% de las plantas que hoy se utilizan como alimento en todo el mundo, fueron originarias o diversificadas en México.
Desde 1920, cuando Vavilov comenzó la recolecta, y hasta el día de hoy, la investigación científica, tecnológica y humanística ha pasado y enfrentado diferentes desafíos, por ejemplo, enumero aquí algunos de los relevantes:
• El desarrollo de una ciencia voraz y neoliberal, que, bajo el amparo de intereses económicos y privados, y sin límites éticos, promovió, por ejemplo, las tecnologías genéticamente modificadas, que no se guían por el bienestar de la humanidad, de la salud humana y de los ecosistemas; sino se centran sólo en muy pocas especies, para promover los negocios en los campos donde se producen los alimentos del mundo.
• Una crisis socioambiental catastrófica que pone en peligro todos los ecosistemas y toda la vida, son también una amenaza contra la biodiversidad.
• El pueblo de México han sufrido históricamente el despojo de sus territorios y se ha minimizado su labor como guardianes de riqueza ambiental y biocultural. Esto también ha empobrecido la biodiversidad del ecosistema mexicano.
Ahora, nuestro querido México se encuentra bajo una transformación política y social muy profunda que, apuesta por el bienestar general, la justicia para todas las personas y la protección del ambiente. En este contexto, estamos muy contentos de lograr esta colaboración, que estoy seguro promoverá y fortalecerá la relación entre México y Rusia en los aspectos técnicos y científicos; que son claves para este objetivo tan importante de preservar y valorar, como debe ser, la gran biodiversidad de nuestro país en beneficio de nuestro pueblo.
Estudios recientes afirman que la producción a pequeña escala representa el 95% de los recursos de diversidad genética en el mundo, y México es uno de los países más ricos en términos de agrobiodiversidad, la cual se genera y preserva en manos de pequeñas comunidades campesinas, en nuestro país.
Eckart Boege, uno de nuestros científicos, ha afirmado muy claramente que las poblaciones indígenas y las comunidades locales son las que han domesticado, diversificado y continúan diversificando y dispersando el altísimo nivel de agrobiodiversidad, que está en la base de nuestra soberanía alimentaria en México.
Por todo ello, creemos en la relevancia del intercambio académico de investigadores; las estancias cortas; y la formación de jóvenes investigadores en estos ámbitos de la biodiversidad; así como la preservación y la valoración de proyectos conjuntos; la organización de seminarios, talleres y otros eventos de divulgación científica; así como como el reconocimiento de los conocimientos tradicionales; la protección, la selección y la preservación de esta importante riqueza del mundo, que requiere ser visto no como recursos privados, sino como recursos comunes para toda la humanidad.
Estoy seguro que esta colaboración entre México y Rusia, particularmente con el Instituto Vavilov, nos ayudará enormemente a proteger nuestra soberanía nacional y especialmente nuestra soberanía en la producción y consumo de alimentos en general.
Desde el Conahcyt, guiados por el humanismo mexicano, promovemos la investigación científica y la innovación soberana para el bienestar y la prosperidad de nuestra nación y de naciones hermanas como Rusia, con quien iniciamos una colaboración histórica, a favor de la ciencia y el beneficio común. Muchas gracias.