Discursos

Buenas tardes a todas y a todos.

Queridas, queridos, colegas, compañeras, compañeros de los centros públicos de investigación en general, pero en particular del Colegio de la Frontera Norte. Esta importantísima ceremonia de conmemoración, el aniversario número 40 de este, importante también, centro público de investigación.

Es para mí un honor y agradezco profundamente la oportunidad de participar en esta ceremonia para conmemorar este aniversario número 40 de nuestro distinguido Colegio de la Frontera Norte, El Colef.

Este Centro Público de Investigación coordinado por el Conacyt, especializado en la investigación y docencia de alto nivel, generadora de conocimientos científicos sobre los fenómenos sociales, económicos, demográficos, ambientales, culturales, urbanos y políticos propios de la frontera, de esta frontera norte tan importante para el país, es ya una referencia histórica de nuestro país en el ámbito académico, no solamente nacional, sino también internacional.

Hago una pausa pasa saludar con gran respeto y admiración a colegas, amigas y amigos, que siguen este encuentro de forma presencial en nuestra querida ciudad hermana de Tijuana.

• Saludo, desde, luego, con enorme reconocimiento al Dr. Víctor Alejandro Espinoza Valle, presidente de El Colef, por su dedicada labor para transformar este centro con un enfoque claramente, académico, con rigor epistemológico, pero sobre todo de bienestar social, ético e incluyente en todos los ejes. 
• Saludo también al secretario general de Gobierno, el Mtro. Catalino Zavala, en representación de la gobernadora del estado de Baja California, a quien le mando un abrazo, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y le pido por favor que le haga llegar este saludo y un abrazo respetuoso. 
• También saludo con muchísimo gusto a la Dra. Gabriela Sánchez, nuestra querida directora del Instituto Mora.
• También saludo con muchísimo gusto a la Dra. María Guadalupe Navarro, directora general del CIATEQ, un abrazo.
• Al titular de la Unidad de Articulación Sectorial y Regional de Conacyt, a mi compañero, colega de trabajo aquí en el Conacyt, el Dr. Alejandro Díaz Méndez.

Y bueno reciban un especial saludo con toda mi distinción y gratitud todas y cada una, todos y cada uno de los miembros de la comunidad académica que cumple el día de hoy 10 y 20 años de dedicación en este importante centro público de investigación. Un abrazo y mi reconocimiento. 

La refundación de las instituciones en México transita por un momento crucial en la historia de nuestro país teniendo como eje restituir al pueblo la confianza, la justicia social, sin la cual no podemos pensar nunca en la paz social. Frente a esta aspiración legítima y democrática, fundada en la voluntad popular, este nuevo Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, articula la investigación y los conocimientos científicos desde un enfoque riguroso, epistemológicamente hablando, obviamente incluyente, participativo y cada vez más profundo, que permite renovar la misión y la visión fundamental de los centros públicos como instituciones estratégicas para generar y fortalecer nuestra soberanía nacional y también para generar beneficios a favor de nuestros pueblos y de los territorios que habitan.

A cuatro décadas de la fundación del Colef, una institución esencial para México que cuenta con una ubicación estratégica a lo largo de la frontera norte, se le reconoce como uno de los centros más importantes del país para el análisis crítico y profundo de los fenómenos sociales, económicos y culturales, particularmente fronterizos pero no solamente con una enorme incidencia global, que registra actualmente en sus mejoras administrativas y normativas, una fortaleza para para insertarse de manera activa en la transformación de la vida pública de México en este gobierno, encabezado por nuestro presidente, el licenciado Andrés Manuel López Obrador,  incrementando con ello las capacidades institucionales de vinculación e incidencia del trabajo científico sustentadas siempre en los principios  del conocimiento, desde luego y también de manera muy importante, reitero, de la equidad, la legalidad, la transparencia, la rendición de cuentas, la austeridad republicana y el combate decidido y de raíz a la corrupción, a cualquier forma de corrupción.

Hacer ciencia para México desde las instituciones de investigación ha dejado de ser un discurso relegado por los gobiernos neoliberales, como una simulación, porque no se nos debe de olvidar que a pesar de que se trasfirieron más de 45,000 millones de pesos directamente a entidades privadas sin ninguna guía científica, tecnológica y mucho menos de pertinencia social en 2017 y 2018, el gobierno de México encabezado por el licenciado Enrique Peña Nieto, se destinó cero pesos y cero centavos a la ciencia básica, entonces queda totalmente relegada esa simulación y ese uso en contra del interés general, que es lo que nos debe guiar de las instituciones públicas, como lo es el Conacyt. Deja de ser entonces un discurso relegado por los gobiernos neoliberales quienes guardaron silencio frente a la degradación social, ambiental y el entreguismo de nuestra soberanía que pasa por un entreguismo del verdadero desarrollo científico, tecnológico, humanístico y de innovación que necesita nuestra nación para fortalecernos como tal y para fortalecer nuestra soberanía y desde un quehacer riguroso, solvente epistemológicamente hablando, poder incidir a favor y en pleno compromiso con la sociedad de todas y de todos, primero los más pobres y del cuidado de nuestro ambiente, es decir, del futuro de la vida que debemos dejar a nuestros hijos, hijas, nietas y nietos, las futuras generaciones. 

Hoy hacer ciencia para México es hacer ciencia para las personas y para el cuidado del ambiente; hoy el quehacer en la investigación científica se ha convertido en un modelo de trabajo a ras de suelo y con todo rigor siempre, enfocado a desarrollar conocimientos también de la mano con los pueblos, alineado siempre a las necesidades reales, impostergables y colectivas y a los principios del conocimiento, sin los cuales no podemos generar ciencia, es decir, conocimiento nuevo que eventualmente pueda ser aplicado con estas guías éticas. Es imprescindible, por lo tanto, tener siempre presente que la ciencia es y debe servir al bien común y no a intereses creados.

Desde las humanidades, las ciencias, las tecnologías y la innovación, el Colef, como Centro Público de Investigación del Conacyt, ha generado conocimientos de amplia incidencia, ya en este nuevo régimen,  a través de los Programas Nacionales Estratégicos o Pronaces que son diez agendas estratégicas que ha establecido el Conacyt para guiar, articular y hacer más eficiente la investigación científica en torno a temáticas urgentes de atender. Cuáles son algunas de las áreas las cuales El Colef ya ha contribuido en términos de esta guía programática estratégica, en las áreas de Desarrollo industrial y toxicidades; en las que tienen que ver con la Riqueza biocultural que nos define como país, nos da raíz, nos da sustento y también nos da visión de futuro y esperanza; también ha contribuido en torno a Desastres y riesgos que siempre son socioambientales; en torno a violencias estructurales, que tanto daño hacen; en temas de Paz e inclusión social; y Movilidad humana, todas ellas relacionadas, de hecho, con el gran Programa Nacional Estratégico que se dirige desde allá, de seguridad humana. Todo ello realizado con rigor epistemológico, pulcritud destacable, que comienza a resonar en la confianza invaluable de las personas y otras organizaciones nacionales y del exterior en este tipo de desarrollos estratégicos con gran incidencia científica, social y ambiental. La comunidad académica del Colef se va volcando con este compromiso social y ambiental que nos debe caracterizar a todas y cada una de las personas que participamos en el quehacer académico, científico, de desarrollo tecnológico y también en la innovación y en la promoción del acceso universal a estos conocimientos. 

Las aportaciones que han surgido durante estos años hoy pueden tener salida en nuevos planteamientos y enfoques para seguir formando a personas altamente especializadas a través de los programas de posgrado, la promoción de mejoras y avances científicos que impactan a los sectores públicos, productivos y sociales, y generar desde una mirada renovada información técnica y científica que nos aproxime a encontrar múltiples soluciones para enfrentar cualquier amenaza contra la paz, la dignidad y el bienestar común.

México requiere de la suma de convicciones que aporten, desde las humanidades, las ciencias, las tecnologías y la innovación, soluciones renovadas, sustentables de largo plazo, que contribuyan a superar, en colectividad y con rigor, desafíos recientes,  abriendo nuevos espacios a la diversidad de pensamientos que posibiliten avanzar sin dejar a nadie atrás y a nadie afuera, como lo mandata nuestro Plan Nacional de Desarrollo.

Enhorabuena a todas y todos los que han contribuido a reescribir una nueva etapa en la historia del Colef y también a sustentar su historia y todo aquello que nos posibilita hoy esta transformación tan virtuosa de El Colef a favor de México. 

Sin duda, conseguirá ser un parteaguas, toda la actividad de este centro público de investigación  para afianzar el nuevo paradigma científico que el pueblo de México con gran anhelo ha decidido abrazar y defender para hacer valer su derecho a la ciencia. 

Muchas gracias y un abrazo a todas y todos.