Discursos

Buena tarde. Es otro gran día para este Conahcyt, con H, su casa abierta al conocimiento, al bienestar del pueblo de México y a la soberanía de nuestro país.

El día de hoy tenemos a una de las investigadoras más importantes en el país y yo diría a nivel mundial que se ha arriesgado a plantear propuestas y enfoques que quizás no son los que más rápido llegan a producir muchos artículos, a tener muchos indicadores que tan perversamente pueden influir en la investigación científica, pero sí abrir nuevas avenidas de investigación, de cuestionamiento, desde su área de conocimiento, que es la biología del desarrollo, la genética molecular y siempre con un compromiso de aportar conocimiento que se pueda aplicar a cuestiones que le interesan a la sociedad en general y en particular a nuestro país.

Y qué más importante que promover nuevos enfoques, como dice su título, “Nuevos enfoques no transgénicos para mejorar el maíz”, el cereal que produce nuestro alimento básico y el alimento que dio sustento a las culturas mesoamericanas y que no solamente abrió la posibilidad de tener un cultivo tan importante, el que más se cultiva a nivel mundial, si no de tener en torno a él a otros cultivos como el frijol, la calabaza, el chayote, los chiles, en un verdadero sistema innovador que sigue retando y sigue planteando solución para el gran reto de producir alimentos sin destruir el medio ambiente y me refiero con ello a las milpas.

De esta innovación y del papel tan fundamental que jugó el maíz en las culturas mesoamericanas surgieron miles de variedades adaptadas a condiciones muy disímiles de crecimiento en términos de disponibilidad, de agua, de humedad, de nutrientes del suelo, de temperatura y de esta gran diversidad, abreva la investigación de la doctora Gladys Cassab y sus colaboradores.

El trabajo es la doctora Gladys Cassab se encuentra en el centro de las demandas más sentidas del pueblo de México que, además, recientemente han sido ratificadas algunas de las metas y los compromisos que este gobierno ha tenido y que es recuperar nuestra soberanía alimentaria y el pugnar por nuevos desarrollos científicos que avancen la frontera del conocimiento desde nuestro país y que se apliquen con pertinencia y con incidencia en lograr la soberanía alimentaria y para ello necesitamos nuevas alternativas de mejoramiento en lo que constituye nuestro alimento básico que es el maíz.

Estudió la licenciatura de Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM y un doctorado brillante en Biología y Ciencias Biomédicas en la Universidad Washington en San Luis Missouri. Actualmente es investigadora de tiempo completo y líder académica del departamento de Biología molecular de plantas del instituto de biotecnología de la UNAM; uno de los institutos que tiene la tradición y la obligación de responder con innovaciones verdaderamente pertinentes, adecuadas a nuestra riqueza biocultural para poder enfrentar los retos, como el cambio climático.

Es autora de numerosos artículos, participa activamente en la docencia, imparte cursos de biología vegetal, biología celular; desde 1994 ha formado a numerosas generaciones en licenciatura, maestría y doctorado de investigadoras e investigadores. Ha recibido apoyos del Conahcyt, desde luego, es miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e investigadores, ha sido conferencista en algunos de los congresos nacionales e internacionales más importantes del mundo.

Y entre otros temas su investigación ha descifrado mecanismos genéticos moleculares y fisiológicos que controlan la respuesta de las plantas hacia zonas de disponibilidad de agua, un tema que tiene que ver con los cambios que estamos sufriendo por el modelo dominante de agricultura industrial, con los transgénicos como punta de lanza, con tóxicos como el glifosato, entonces no es solamente prevenir los daños que este tipo de agrotóxicos tiene sino prevenir las consecuencias ambientales, globales que el modelo dominante de agricultura industrial ha generado.

Y este hidrotropismo que es el movimiento direccional de la raíz hacia el agua en maíz es un tema fascinantey fundamental y todo este trabajo implica salvaguardar, reconocer la gran diversidad y riqueza de germoplasma de maíces nativos, no solamente en el mundo y en México, sino que ella y su grupo se han empeñado en hacerlo, en Morelos y Guerrero, particularmente con un tipo de maíz que se llama maíz ancho.

Ha participado en lo que se conoce como el mejoramiento evolutivo participativo de maíz de este tipo para el manejo agronómico sostenible, ha participado de proyectos de divulgación, en comunicar su investigación sobre conservación de maíces nativos y las ventajas del uso de la milpa en diversas comunidades de pequeños productores de maíz en Morelos, que es donde ella trabaja y vive.

Muchísimas gracias por acompañarnos, Gladys.