Mensaje en conferencia magistral de Vandana Shiva, en el ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica con prácticas Sustentables

Autor
Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces

Cargo
Directora General del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías

Fecha

12 de marzo de 2024

Es un honor escuchar tanta sabiduría de nuestra querida Vandana Shiva, a quien siempre recibimos con el corazón, con mucha gratitud porque viene a aterrizar muchos conceptos y experiencias que, nos hermanan, nos hacen sentir queridas y queridos. Muchas gracias, Vandana, siempre estás en casa.

Gracias también a Víctor por volver a convocarnos a hacer milpa en este recinto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, pero que, de acuerdo a la sabiduría que nos trasmite Leydy Pech, debería de ser Secretaría de la Soberanía Alimentaria y del Bienestar de los Pueblos de México; gracias por esa claridad y por conmoverme siempre con tus palabras y demostrar que la sabiduría en este país y en el mundo se construye desde la praxis, de la congruencia de una vida para los otros, como ocurre en el quehacer del conocimiento campesino.

Y es ahí donde está la verdadera ciencia de la vida, adonde tenemos que ir, aprender las bases de las ciencias de la vida y no la ciencia de la muerte, que es la que emana de las grandes corporaciones y desgraciadamente también de los grandes centros académicos del mundo, que poco a poco han ido cooptándose por estos intereses corporativos y que van sesgando a muchas generaciones de científicos y científicos que, bien intencionados se dejan llevar por esas absurdas falsedades -que no científicas- que ofrecen las tecnociencias.

Desde luego siempre admiro la lucidez de Jesús al hablar de lo que es verdaderamente importante. Él ha puesto el panorama de la historia y de lo que nos une para estar seguros y seguros de que vamos a triunfar en esta vida, como lo ha demostrado la lucha del pueblo de México.

Me ha tocado lidiar con las comunidades de humanistas, científicos, tecnólogos e innovadores que, en su gran mayoría, son comunidades que están realmente comprometidas con la vida, pero que por muchos años han estado distraídas con historias pseudo científicas de las teorías dominantes del mundo tecnocientífico que han ido dominando una parte importante del quehacer científico.

La gran mayoría de las y los científicos del mundo están ya de alguna manera comprometidos directa o indirectamente, con intereses corporativos; la buena noticia es que en nuestro país tenemos científicas, científicos, humanistas de la tierra, del campo y es con ellos con los que las comunidades de HCTI, que en estos seis años cada vez más se han ido comprometiendo con un quehacer humanístico, y verdaderamente científico a favor de nuestras soberanías, no solamente de nuestro pueblo mexicano, sino de los pueblos del mundo, como claramente ha dicho la doctora Vandana Shiva, y que se han comprometido con la vida y con las prioridades que nos van a marcar el rumbo del futuro.

En estas alianzas hemos ido encontrando las respuestas a aquellas absurdas preguntas que nos quieren poner también sobre la mesa, ahora tratando de amenazar la viabilidad del Tratado de Libre Comercio por la controversia del maíz transgénico.

Algunas primicias de los trabajos que hemos obtenido gracias a ese trabajo comprometido de comunidades de HCTI, transformadas, conscientes, comprometidas con la vida y, sobre todo, el trabajo colectivo y hermanado de miles de compañeras y compañeros campesinos en miles de hectáreas de nuestro territorio nacional.

Como bien lo ha demostrado de una manera clara y científica, en los hechos, la agricultura campesina hemos ensayado en colaboración con iniciativas que hemos forjado con Víctor Suárez y todo su equipo de trabajo, que es posible alcanzar beneficios ambientales que tienen que ver con una mayor diversidad de la fauna y la flora en el suelo, con una disminución de la presencia de tóxicos en los cuerpos de agua, en nuestros alimentos.

Y, por lo tanto, con una promesa de salud, de alimentación real, no de antialimentación, como decía Vandana Shiva, cuando se produce en miles de comunidades campesinas y hectáreas de este país, en experimentos nuevos que ahora se han generado en respuesta a esta demanda de evidencia incontestable de nuestro territorio nacional sin glifosato en comparación con aquellas comunidades que todavía mantienen, o han mantenido en los últimos años.

Porque, afortunadamente, al día de hoy, la cota de importación de glifosato es de cero porque sí tenemos alternativas, no solamente sustitutos al glifosato, porque lo único que saben hacer estas grandes corporaciones son venenos y ahora ellos mismos, por razones mercantiles, anuncian que ya otro veneno para sustituir al glifosato, que es científicamente comprobado, empíricamente comprobado, es un veneno, es una sustancia tóxica, es una sustancia que destruye la vida, que no ayuda a producir alimento, sino antialimento.

Eso no es lo que queremos;  no queremos un sustituto y los resultados científicos que se han hecho en los últimos años corroboran lo que ya sabíamos: se puede cambiar de un sistema destructor de vida, agroindustrial corporativizado, privatizado a un sistema agroecológico, comunitario campesino y obtener mayores rendimientos, obtener, inclusive, mayores utilidades porque hay menos costos involucrados, y lo que más nos importa, obtener alimentos saludables teniendo impactos en el ambiente positivos y no destructivos, como ocurre con el paquete tecnológico de los transgénicos.

Y en este caso, inclusive frente a las amenazas de los americanos y también de los canadienses, hay que decirlo en términos de esta mesa del Tratado de Libre Comercio, se propuso generar nuevas evidencias científicas, no solamente de la capacidad del país de producir alimentos saludable sin impactar negativamente el ambiente y, además, teniendo un impacto positivo en la salud y hacer experimentos en conjunto con científicas, con científicos americanos, también comprometidos con la vida, no con el negocio, no con la muerte, no con el lucro, no con esa tecnociencia totalmente sesgada a favor de intereses corporativos.

Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos, sobre todo, que lleva la voz cantante en todo este asunto, se negó a hacer nuevos experimentos y con eso queda demostrado lo que nos decía la doctora Vandana Shiva, que es una falacia ya caricaturesca el que nos devuelvan siempre una opinión diciendo que lo que nosotros estamos argumentando o proponiendo desde el gobierno de México no tiene fundamento científico.

Les invito a que sigan leyendo todos los expedientes que hemos ido subiendo en la página del Consejo Nacional, hoy de Humanidades, que sustentan con evidencia formal de las instituciones académicas y con mucho rigor lo que estamos defendiendo.

Estamos defendiendo el maíz, pero también la vida, no solamente de México, sino de toda la humanidad porque haciendo milpa en el mundo entero vamos a tener respuesta a muchos de los retos globales, incluyendo el cambio climático, la destrucción de los cuerpos de agua, la deforestación, los grandes incendios, etc., entonces sigamos haciendo milpa y sin maíz no hay país.

Muchas gracias