La picadura por alacrán ha sido un problema de salud pública histórico en nuestro país y lo sigue siendo. México es de los países que reporta más casos a nivel mundial: 230 picaduras por 100,000 habitantes lo que se traduce en 300,000 picaduras por año reportadas por los centros de salud y hospitales del sector. La mayor incidencia ocurre en el Centro y el Pacífico, en regiones pobres; muchas de las picaduras ocurren dentro de las casas, por lo que la diferencia entre géneros y edad es mínima. Las muertes han disminuido significativamente; en los años 60s del siglo pasado sobrepasaron 1,500 por año, 500 en los 70s y en la actualidad no sobrepasan los 50 casos. Las tasas de letalidad han tenido una tendencia similar que puede explicarse por el mejoramiento en el tratamiento de soporte de los pacientes, el acceso a los servicios de salud y a la utilización de antivenenos digeridos y altamente refinados a partir de 1995 (Chippaux, J.P. et al, 2020). Además de México, hay otras regiones en el mundo con alta incidencia de alacranismo peligroso como lo son el norte de África, el medio oriente, el sur de la India, el sur de África y Sudamérica al este de los Andes con 1.2 millones de picaduras y más de 3,250 muertes. Al igual que en nuestro país, son los niños los que tienen envenenamientos más severos y mayor mortalidad (Chippaux, J. P. and Goyffon, M., 2008).
Por otro lado, el envenenamiento ofídico, definido como el cuadro clínico ocasionado por la mordedura de una serpiente, es también un problema de salud pública a nivel mundial. Se estima que ocurren 2.7 millones de envenenamientos de los cuales 100,000 terminan en muertes y 400,000 de los sobrevivientes quedan con secuelas importantes que impiden que las personas desarrollen sus actividades socioeconómicas cotidianas (WHO, 2016), lo que conlleva a un problema económico para sus familias. En México, estas secuelas no se documentan debido a que la mayoría de las personas al salir de la emergencia no regresan al hospital y se carece de un sistema de registro y seguimiento del desenlace clínico de los pacientes. En nuestro país se registraron un promedio de 3,893 envenenamientos por serpiente anualmente, entre el 2003 y 2019, sin embargo, estos datos son subestimados ya que en algunas comunidades las personas mordidas son tratadas localmente por curanderos. Aunado a que existe un gran número de unidades prestadoras de servicios médicos que no recaban información en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE).
La mayor incidencia por accidente ofídico ocurre en los meses con más lluvias y es en los hombres (66.3%), ya que son quienes principalmente realizan actividades agrícolas y ganaderas. Aunque no existen registros respecto a las especies que ocasionan las mordeduras, las responsables del mayor número de accidentes son: Bothrops asper, Crotalus atrox, C. basiliscus, C. culminatus, C. tzabcan, C. mictlantecuhtli, C. molossus (y sus subespecies) y Agkistrodon bilineatus, debido a la diversidad de víboras, los antivenenos sólo son eficaces contra la mordedura de algunas serpientes, por lo que es necesario hacer más investigaciones para identificar los componentes importantes en la toxicidad en humanos y así contribuir al mejoramiento de los antivenenos y su dosificación.
En relación a la mordedura por arañas de importancia para la salud pública, no existe un registro epidemiológico específico de los envenenamientos causados por estos accidentes, sin embargo, se estima que ocurren de 2,000 a 4,000 cada año. Los grupos de arañas de importancia médica en México, son las especies pertenecientes a los géneros Latrodectus, conocidas comúnmente como “arañas viudas negras”, “arañas capulinas”, “casampulgas”, o “araña cintlatlahua”; y Loxosceles conocidas como “arañas violinistas” (Valdez et al. 2018, 2019; Cabrera & Valdez 2019; 2021). Las primeras, pueden generar un cuadro clínico neurotóxico ocasionado por la neurotoxina denominada alfa-latrotoxina. Las arañas del género Loxosceles pueden generar un cuadro clínico local, caracterizado principalmente por dermonecrosis, o sistémico, el cual es mucho más complejo y cuyos síntomas pueden incluir hemoglobinuria y falla renal, entre otros. Estos cuadros clínicos son ocasionados por una proteína denominada esfingomielinasa D (Vetter, 2008). Los envenenamientos por ambos géneros de arañas pueden ser severos y deben ser tratados utilizando antivenenos específicos. Finalmente, la gran cantidad de moléculas proteicas y no proteicas que conforman los venenos de animales, poco estudiados en nuestro país, son una fuente muy prolífica de componentes que, en un futuro, podrían tener aplicaciones terapéuticas diversas.
Los 12 proyectos que conforman el Pronaii están articulados hacia una meta común y de manera continua generan conocimiento para mejorar la eficacia de los antivenenos existentes y desarrollar nuevos antivenenos a través de estrategias de innovación biotecnológica.
REFERENCIAS
Chippaux, J.-P., Celis, A., Boyer, L. & Alagon, A. (2020). Factors involved in the resilience of incidence and decrease of mortality from scorpion stings in Mexico. Toxicon, 188, 65-75. https://doi.org/10.1016/j.toxicon.2020.10.011
Chippaux, J.-P. & Goyffon, M. (2008). Epidemiology of scorpionism: A global appraisal. Acta Tropica, 107, 71-79. https://doi.org/10.1016/j.actatropica.2008.05.021
Neri-Castro, E., Benard-Valle, M., Gil, J., López de León, J., Borja, M. & Alagón, A. (2020). Serpientes venenosas en México: una revisión al estudio de los venenos, los antivenenos y la epidemiología. Revista Latinoamericana de Herpetologia, 3 (2), 5-22. https://doi.org/10.22201/fc.25942158e.2020.2.205
WHO Expert Committee on Biological Standarization (2016). WHO Guidelines for the Production, Control and Regulation of Snake Antivenom Immunoglobulins. https://www.who.int/biologicals/expert_committee/Antivenom_WHO_Guidelines_DJW_DEB_mn_cp.pdf?ua%20=%201
Valdez-Mondragón, A., Cortez-Roldán, M. R., Juárez-Sánchez, A. R., Solís-Catalán, K. P. y C. I. Navarro-Rodríguez. (2018). Arañas de Importancia Médica: Arañas violinistas del género Loxosceles en México, ¿qué sabemos acerca de su distribución y biología hasta ahora? Boletín de la Asociación Mexicana de Sistemática de Artrópodos (AMXSA). 2 (1): 14-24. https://www.redtox.org/blog/articulo/aranas-importancia-medica-aranas-violinistas-genero-loxosceles-mexico-que-sabemos
Valdez-Mondragón, A.*, Navarro-Rodríguez, C. I., Solís-Catalán, K. P., Cortez-Roldán, M. R. & A. R. Juárez-Sánchez. (2019). Under an integrative taxonomic approach: the description of a new species of the genus Loxosceles (Araneae, Sicariidae) from Mexico City. ZooKeys. 892: 93-133. https://doi.org/10.3897/zookeys.892.39558
Cabrera-Espinosa, L. A. y A. Valdez-Mondragón*. (2019). El género de arañas “viudas negras” Latrodectus (Araneae: Theridiidae) en México, ¿qué se conoce hasta ahora sobre su distribución? Boletín de la Asociación Mexicana de Sistemática de Artrópodos (AMXSA). 3 (2): 15-21. https://www.redtox.org/blog/articulo/genero-aranas-viudas-negras-latrodectus-araneae-theridiidae-mexico-que-se-conoce-hasta
Cabrera-Espinosa, L. A. & Valdez-Mondragón, A. (2021). Distribución y modelaje de nicho ecológico, comentarios biogeográficos y taxonómicos del género de arañas Latrodectus (Araneae: Theridiidae) de México. Revista Mexicana de Biodiversidad. 92: 1-20. https://doi.org/10.22201/ib.20078706e.2021.92.3665
Vetter, R. S. (2008). Spiders of the genus Loxosceles (Araneae, Sicariidae): a review of biological, medical and psychological aspects regarding envenomations. Journal of Arachnology 36(1): 150–163. http://www.jstor.org/stable/25067882