Se reporta una especie angiosperma en América del Norte antes del periodo Cretácico

Izquierda: tres frutos preservados en el mismo espécimen. Derecha superior: detalle de la parte superior de la fruta, que muestra su forma redonda, exocarpio suave, depresiones en la parte superior e inferior y el contorno de la semilla dentro de la fruta. Derecha inferior: detalle de la depresión apical y estilo persistente en el interior. Imagen tomada de Wang, 2022.

Actualmente, en la paleontología se debate acerca del periodo en que las angiospermas (plantas con flores) existieron, las tesis dominantes afirman que aparecieron hasta el Cretácico. No obstante, pruebas de restos fósiles podrían refutar estas ideas, como es el caso del material fósil recopilado por David L. Dilcher, hace poco más de cinco décadas. En este debate entra el artículo del paleontólogo Xin Wang, «The Currently Earliest Angiosperm Fruit from the Jurassic of North America» (La fruta de angiosperma, actualmente conocida, más antigua del Jurásico de América del Norte), en el que se aporta aún mayor evidencia para refutar el pensamiento dominante y se aporta evidencia acerca de la presencia de angiospermas en periodos geológicos más tempranos. El fósil de Dilcherifructus mexicana, perteneciente al Jurásico medio, fue recolectado en un afloramiento de la Formación Simón, al sur de Tezoatlán en el estado de Oaxaca, México.

El fósil de la especie Nanjinganthus es el más numeroso, se han hallado más de doscientas muestras de este y que se cree que pertenecen al Jurásico. A pesar de las evidencias, aun no hay pruebas contundentes para afirmar la existencia de las angiospermas que se remonten a una era geológica anterior del Crétacico, pues la morfología de esta planta fósil parece no concordar con las hipótesis principales acerca de la evolución de las angiospermas, por lo cual su pertenencia a este grupo está en duda y, con ello, la antigüedad de las mismas.

Una manera de resolver estas controversias, asegura Wang, será con el hallazgo de fósiles de angiospermas en otras latitudes diferentes de donde se ha encontrado la mayoría de Nanjinganthus. Para esto, Wang realizó un análisis con un microscopio estereoscópico a la planta fósil hallada en México —una serie de compresiones carbonizadas incrustadas en una limolita amarillenta— a fin de determinar si es una angiosperma. Es necesario recalcar que otros fósiles recolectados en este sitio revelan que la Formación Simón corresponde al Jurásico medio.

El análisis de la morfología de Dilcherifructus mexicana arroja que hay al menos seis frutos conservados en el mismo espécimen fósil; los frutos tienen forma redonda con depresiones apicales y basales, incluyendo una semilla, un pericarpio que los encierra y que tiene una superficie lisa; las semillas son redondas, están dentro de los frutos y poseen un estilo persistente; y las células epidérmicas del exocarpio pueden tener forma poligonal o rectangular.

Al hacer una comparación de Dilcherifructus mexicana con gimnospermas, como Bennettitales, se determinó que ambas son distintas en morfología general, lo cual significa que no se encuadra en el ámbito morfológico de ninguna gimnosperma conocida. Además de ello, la semilla completamente encerrada por el pericarpio (pared ovárica) —como indica la presencia del límite apical del antiguo lóculo ovárico y el estilo persistente—, sugiere que el recinto del óvulo se completa probablemente antes de la polinización; debido a que el óvulo encerrado antes de la polinización es una característica restringida a las angiospermas, esto indica que se trata de una. Aunado a ello, su característica cuticular exocárpica fortalece aún más su afinidad con las angiospermas.

Dilcherifructus mexicana es, por tanto, el fósil más antiguo de angiospermas en América del Norte (encontrado hasta la fecha). Su hallazgo en esa posición geográfica demuestra que las angiospermas estaban muy extendidas en el hemisferio norte durante el Jurásico. Asimismo, la presencia de seis frutos en este ejemplar de Dilcherifructus indica que, al menos localmente, esta especie fue abundante en la vegetación del Jurásico medio en el actual territorio mexicano. Con esta nueva información se hace un replanteamiento de la historia de las angiospermas y sus hipótesis relacionadas.

Referencias

Wang, X. (2021). The Currently Earliest Angiosperm Fruit from the Jurassic of North America. Biosis: Biological Systems, 2(4). https://doi.org/10.37819/biosis.001.04.0160