En la microrregión El Tajín-Plan de Hidalgo, los pueblos originarios, particularmente el pueblo Totonaco, viven en condiciones de alta marginalidad y pobreza; además, se han detectado procesos de destrucción del ecosistema, pérdida de biodiversidad, deforestación, fragmentación, contaminación de suelo y agua, mercantilización del patrimonio cultural por el modelo turístico masivo; así como desigualdad, despojo de tierra, desempleo y falta de oportunidades para el desarrollo humano local.