El crecimiento urbano no controlado ha rebasado la capacidad de carga de la cuenca y ha llegado a sus límites el modelo de gestión basado en trasvases y en la sobreexplotación de acuíferos; a esto se suma la falta de saneamiento de las aguas residuales, domésticas e industriales, que profundizan las inequidades en el acceso al agua, aunado a la falta de una planeación hídrica técnicamente fundamentada, transparente, consensada y vinculante. En este marco, se busca impulsar los cambios necesarios en la política pública para frenar la urbanización hídricamente no sustentable y las obras requeridas para cerrar los ciclos del agua al interior de las cuencas metropolitanas, las cuales serán de relevancia nacional. Sobre todo, se plantea construir la Contraloría del Agua de la Cuenca de México, una voz ciudadana crítica y propositiva, con arraigo local y visión metropolitana. Se espera que la Contraloría pueda servir como modelo para lograr la voluntad política indispensable para mantener el camino hacia la sustentabilidad en las cuencas metropolitanas del país.