Una de las formas de placer que ha sido negada es la masturbación para el autoconocimiento, como forma primaria del sexo en sí, no como camino que lleva al sexo, y para hacer el amor con uno mismo. La masturbación tiene aspectos positivos, por ejemplo, proporcionar satisfacción sexual a personas que no tienen pareja, o cuando se tiene pareja, pero uno de ellos no quiere, no puede hacer el amor, o no logra alcanzar el orgasmo mediante la penetración. Asimismo, al ser relajante, la masturbación ayuda a conciliar el sueño y a liberar estrés. Además, es la forma más segura de sexo y se puede tener en las distintas etapas de la vida, desde la infancia hasta la tercera edad, en toda situación conyugal: soltero, casado, separado, divorciado y viudo. (Dodson, 1989, p. 7-8).
Referencia
Dodson, Betty (1989), El placer del autoerotismo, Temas de Hoy, 2a ed. Madrid, 130 pp.