Policy Briefs V
Desde 1983 el derecho a una vivienda digna y adecuada está incluido en el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sin embargo, sólo el 20% de la población en México tiene una vivienda digna.
Publicaciones de Pronaces Energía y Cambio Climático
Desde 1983 el derecho a una vivienda digna y adecuada está incluido en el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Sin embargo, sólo el 20% de la población en México tiene una vivienda digna.
La energía y los sistemas energéticos han sido históricamente gestionados y definidos por hombres blancos. La exclusión de las mujeres se expresa en la forma en que se estudian y diseñan los sistemas energéticos.
Por mucho tiempo, la energía y el agua han sido temas abordados de forma independiente, a pesar de su profunda interconexión. Así como el sector energético demanda agua en todos sus procesos, el manejo de agua requiere energía. A nivel global, el 90% de la generación de energía consume grandes cantidades de agua.
Una quinta parte del consumo mundial de energía y casi un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero se destinan a la producción, procesamiento, transporte, empacado y cocción final de los alimentos que consumimos cada día.
El Sistema Eléctrico Nacional (sen) de México atiende a cerca de 130 millones de habitantes en un territorio extenso con grandes variaciones geográficas y climáticas. En la actualidad, la electricidad representa sólo el 20% de la energía consumida en el país.
Alrededor de 28 millones de usuarios en México utilizan la leña como combustible para la cocción de alimentos, principalmente en las zonas rurales y periurbanas. Como parte de las estrategias de desplazamiento de los fogones abiertos, se han diseñado e implementado a lo largo de los años numerosos proyectos de estufas ecológicas de leña. Su objetivo es mejorar la salud de mujeres y niños —quienes pasan más tiempo en la cocina—, así como ahorrar combustible para reducir el impacto en los bosques locales. La propuesta: un proyecto integral y participativo de implementación de estufas ecológicas.
El Balance Nacional de Energía (BNE) es un instrumento que describe las cifras de origen y destino de las fuentes energéticas primarias y secundarias, e incluye las transformaciones, las pérdidas, el transporte, la importación y la exportación, además de un contexto histórico. Toda esta información es útil para hacer un análisis del sector energético, el cual podrá ayudar a la toma de decisiones teniendo en cuenta el desempeño actual y los objetivos futuros.
El presente trabajo brinda un análisis completo del consumo de energía del sector residencial de México para 2018, incluyendo tanto el acceso a equipamiento y servicios energéticos como sus consumos unitarios y totales. Los resultados se presentan a escala nacional, regional y urbano-rural.
Diversas problemáticas relacionadas con la energía se han agravado en las últimas décadas: (1) nos encontramos en la etapa de declive natural de la producción de petróleo, gas y algunas materias primas no renovables; (2) desde 2015, México importa más energía de la que produce; (3) es urgente atender el creciente impacto socioambiental ocasionado por la generación y el consumo de energía para mitigar el cambio climático; y (4) hay enormes brechas de desigualdad en el consumo de energía en el país. Para salir de este punto crítico, es imprescindible impulsar una transición energética justa y sustentable en términos no sólo ambientales, sino sociales. Para conseguirlo, el Conacyt, a través del Programa Nacional Estratégico de Energía y Cambio Climático (Pronaces ECC), ha identificado cuatro ejes: movilidad sustentable; energía verde y eficiencia para el sector industrial, comercial y residencial; sistemas energéticos rurales sustentables; y energía distribuida.
Los sistemas energéticos rurales sustentables (SERS) responden a la urgente necesidad de satisfacer de energía al 75% de los habitantes de zonas rurales del país —que vive en condiciones de pobreza energética y marginación— a través de un conjunto de ecotecnologías integradas, que generan, transforman, almacenan y distribuyen energía de fuentes renovables locales. En este contexto, es imperativo reconocer que el sector rural tendrá un papel preponderante en el futuro, pues nuestras sociedades deben volverse más locales, autogestivas, democráticas, diversas y equitativas como respuesta a la crisis civilizatoria actual. Con este objetivo, se recomienda: (1) promover el reconocimiento y apropiación de perspectivas múltiples sobre la energía; (2) fomentar procesos de innovación tecnológica participativa; (3) desarrollar centros regionales ecotecnológicos; (4) crear un programa nacional de formación de técnicos en gestión de energía a nivel local y comunitario; (5) favorecer la integración de sistemas económicos y energéticos locales; (6) impulsar una legislación consistente con los principios que rigen los SERS; y (7) brindar incentivos económicos, subsidios para la compra de equipos, tarifas preferenciales para la electricidad y otro tipo de esquemas financieros.
Entrevista Mtro. Raymundo Espinoza Hernández | Capital 21
Análisis Iniciativa de Ley en Materia de HCTI
Entrevista Noticiero Canal 14
Aclaraciones sobre la Iniciativa de Ley de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación | Mtro. Raymundo Espinoza Hernández, titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos del Conacyt