Los sistemas complejos se caracterizan por estar compuestos de partes interrelacionadas y ser impredecibles. Pueden presentarse en distintas escalas: una célula, una ciudad, un átomo o el universo.
Manabe, considerado padre de los modelos climáticos, demostró que el aumento en los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera provocaba un aumento en la temperatura del planeta.
Los hallazgos de Hasselmann permitieron un modelado físico del clima de la Tierra que facilita cuantificar el calentamiento global.
Parisi inauguró una nueva forma de interpretar los fenómenos complejos que la física fundamental había pasado por alto. Analizó el mundo de los átomos y logró resolver las ecuaciones de los vidrios espín, lo que reveló que sus átomos responden a una cierta simetría. Esto resultó muy útil para analizar sistemas que parecen ser aleatorios, como el clima.