Necesario transitar hacia la agroecología y la alimentación sana para prevenir enfermedades: Conacyt

Comunicado 182

  • La titular del Conacyt, la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, expuso en la Conferencia Vespertina Covid-19 las bases para transitar hacia una alimentación sana en México.
  • Explicó que el periodo neoliberal heredó graves problemas de salud y deterioro ambiental al impulsar la agricultura intensiva y el uso indiscriminado de agrotóxicos.
  • Demostró, con datos científicos, que el desarrollo de Diabetes Mellitus no sólo se debe a la mala alimentación sino también a la exposición a tóxicos.
  • También destacó los valores nutricionales contenidos en los maíces nativos mexicanos.
  • El Conacyt impulsa varios Pronaces para contribuir en la solución de los grandes retos nacionales en salud, soberanía alimentaria, desarrollo industrial y toxicidades, entre otros.

Ciudad de México, 3 de octubre de 2020.

Para lograr que el pueblo de México tenga acceso real a una alimentación sana, es necesario que el país transite hacia un sistema agroecológico, libre de toxicidades y que cuide del ambiente. Así lo afirmó la titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, al acudir a la Conferencia Vespertina Covid-19, encabezada por el Dr. Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, en donde expuso con datos científicos la problemática estructural, en materia de producción agrícola, alimentación y salud, que subyace detrás del alto índice de enfermedades crónico-degenerativas, como el cáncer y la diabetes, la obesidad y la hipertensión, que existen en el país. Padecimientos que, como lo demuestran las estadísticas epidemiológicas, implican un alto riesgo de desarrollar síntomas graves y mortalidad en las y los enfermos de Covid-19.

Explicó que el periodo neoliberal dejó una herencia de precariedad alimentaria, mala salud y destrucción ambiental. Recordó que México dejó de ser autosuficiente en producción de maíz tras la entrada del Tratado de Libre Comercio, lo que favoreció la importación de maíces transgénicos y el uso indiscriminado de insumos tóxicos para el campo, como es el caso del glifosato. Éste último, dijo, asociado con el desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas en la población expuesta a su consumo.  Añadió que, cada año, fallecen en México 200 mil trabajadores del campo por haber estado en contacto intensivo con dichos agrotóxicos. También demostró, con datos científicos, que se ha encontrado glifosato en las muestras de orina en niñas, niños, jóvenes y adultos de algunas comunidades agrícolas y en distintas regiones de México, como son Jalisco, Campeche y Yucatán. Más adelante, fue enfática al señalar que existen pruebas científicas de que el desarrollo de Diabetes Mellitus Tipo 2 no sólo tiene origen en una alimentación precaria, abundante en azúcares industrializados, sino en la exposición ambiental a agentes tóxicos.

Asimismo, presentó un análisis comparativo entre los maíces nativos (cultivados en milpa tradicional) y los maíces híbridos (industrializados), destacando las propiedades nutricionales del maíz nativo, rico en fibras, proteínas y antioxidantes. A manera de ejemplo, citó un análisis realizado en 2017, el cual reveló que el 82 % de las tortillas de maíz que se consumen en México contienen secuencias transgénicas; mientras que el 27.7 % de las mismas tienen glifosato.

En suma, explicó que todos estos factores han incidido en el desarrollo de enfermedades graves. Reconoció que, gracias a las medidas implementadas por el Gobierno de México y por la Secretaría de Salud, se ha logrado contener la tasa de fallecimientos por Covid-19, pero añadió que aún existe el reto de revertir el daño histórico que el modelo neoliberal provocó en la salud de las y los mexicanos. Aseguró que esa transformación llevará tiempo, que los resultados no serán inmediatos, pero que es indispensable implementar un sistema de producción ético y agroecológico, que permita crear un contexto en el que el pueblo tenga acceso a alimentos sanos y con pertinencia cultural.

Reiteró que el Conacyt está comprometido con el entendimiento profundo, la prevención y solución de los problemas de México. Mencionó que, a través de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces), ha organizado grupos de investigación en rubros cruciales, como son Salud, Soberanía Alimentaria, Desarrollo Industrial y Toxicidades, y Cuencas de Agua, entre otros. Asimismo, dijo que el Conacyt participa en el Grupo Instersecretarial de Alimentación, Salud, Medio Ambiente y Competitividad (Gisamac), con el objetivo de mejorar el sistema agroalimentario mexicano, recuperar el ambiente y erradicar las epidemias asociadas con la malnutrición y la pobreza.

Acerca de la iniciativa sobre la extinción de los fideicomisos de Ciencia y Tecnología, dijo que el Conacyt ya había iniciado el proceso de extinción de varios de sus fondos, debido a que habían sido propicios para la corrupción.  Mencionó que el Consejo está de acuerdo con desaparecerlos, sin que esto signifique que faltarán recursos para la ciencia. Puntualizó que, en el nuevo régimen, se apoya más a la ciencia, a la tecnología y a la innovación, pero de una manera más transparente, más eficiente y eficaz, por lo que la extinción de los fondos fiduciarios tendrá efectos positivos.


Comunicado 182/20
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