Mensaje Primer Foro Regional “Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática multidimensional de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac”

Primer Foro Regional “Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática multidimensional de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac”

Autor
Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces

Cargo
Directora General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

Fecha
12 de octubre del 2022

Buenos días a todas y a todos. Es un gusto saludarles en el marco de este Primer Foro Regional “Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática multidimensional de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac”. Estamos el día de hoy, reunidas, reunidos, este 12 de octubre, fecha que nos ha convocado a la resignificación de acontecimientos y pasar de nombrarle Día de la Raza a reconocerle como una jornada de lucha y reivindicación de los pueblos originarios, me permite encuadrar este pertinente primer foro regional como una expresión de lucha por derechos fundamentales como el derecho a la salud, a un ambiente sano y el derecho al agua también saludable.

Ayer, justamente, organizado por otro de los Programas Nacionales Estratégicos del Conacyt, inauguramos un Congreso acerca del manejo del agua y de las políticas del agua en favor de México y el tema que hoy nos ocupa está estrechamente relacionado al elemento de ayer. Me da mucho gusto que vayamos aterrizando en colaboración con las instituciones de educación superior y, sobre todo, con las comunidades, las organizaciones sociales que han mantenido una lucha constante a favor de estos derechos, repito, el derecho a la salud, el derecho a un ambiente sano, el derecho también a agua limpia, saludable, que es una de las bases fundamentales de la vida.  

Por eso, reitero, celebro esta iniciativa y aprecio la invitación de autoridades, instituciones educativas y de investigación pública, particularmente agradezco la invitación por parte de las organizaciones de base social que, con su persistencia y trabajo arduo a favor de los pueblos del centro de México, han visibilizado imbatiblemente los problemas asociados a la devastación socioambiental de la Cuenca del Alto Atoyac, que en otros tiempos se presumió como zona de impulso económico desde una visión mercantilista tanto de los entornos como de la vida humana misma, pero ahora es un sitio de alarma ambiental, clara muestra de lo que la industria y sus residuos sin control puede generar: contaminación ambiental al límite. El límite de lo que puede permitir no sólo la vida humana, sino la vida de todas las comunidades biológicas que se albergan en esta cuenca.

Permítanme hacer una pausa para saludar y dar la bienvenida a este destacado encuentro a:

  • El Dr. Serafín Ortiz Ortiz, rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, quien atinadamente abre las puertas a este diálogo crítico, científico, riguroso y también impostergable para México. Muchísimas gracias. 
  • También saludo con mucho respeto al Lic. Luis Antonio Ramírez Hernández, secretario de Medio Ambiente de Tlaxcala, en representación de la gobernadora de este estado sede, Lic. Lorena Cuellar Cisneros, a quien le mando un afectuoso saludo.
  • Asimismo, saludo con gran admiración a la Lic. Alejandra Méndez Serrano, directora del Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local, con ella hemos articulado ya esfuerzos importantes y estamos totalmente comprometidos con las luchas en las cuales este importante Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local, han mantenido un compromiso y liderazgo que reconocemos.
  • Saludo también a Alicia Lara Vázquez y Laura Méndez Rivas, de la Coordinadora por un Atoyac con Vida, otra organización que ha mantenido un trabajo sobresaliente y que da sustento y continuidad a la larga lucha por las condiciones de vida que merecen todas las comunidades asentadas en torno a esta, hoy contaminada cuenca. Muchísimas gracias por su trabajo y por la invitación a dirigir estas palabras de bienvenida.
  • Y desde luego, saludo con muchísimo afecto y siempre, respeto y admiración a mi amigo, colaborador cercano, al Dr. Andrés Barreda Marín, líder científico, comprometido socio-ambientalmente, que ha estado al pie de la lucha a favor del derecho por la salud y que hoy tenemos el gusto y el agradecemos por ello, porque lo hace de manera totalmente voluntaria, igual que los demás coordinadores operativos y académicos de los Pronaces. Está en la Coordinación del Comité Ejecutivo del Pronaces de Tóxicos y Procesos contaminantes, pero además él es el coordinador operativo del Grupo Intersectorial de Salud, Semarnat y Conacyt que nos hemos comprometido con las comunidades, las personas que están asentadas y afectadas por los procesos contaminantes de los cuales se hablará de esta devastación ambiental de la Cuenca del Alto Atoyac. 
  • Y a todas las personas presentes, a la comunidad académica y a las organizaciones comunitarias y autoridades de los pueblos que por décadas han padecido esta devastación, reciban mi respeto, por todo su trabajo que da sustento a esta incidencia, desde lo que nos toca ahora, en este primer gobierno de la Cuarta Transformación que es la coordinación del quehacer humanístico con el científico, tecnológico y de innovación donde liga con el sector productivo para mejorar y resarcir las condiciones devastadas de vida en algunas regiones de nuestro país, que hemos llamado infiernos ambientales y que desgraciadamente, la región que hoy nos ocupa, forma parte d este grupo de zonas altamente devastadas. Reciban gratitud por asistir a este foro, mi aprecio y compromiso por establecer alianzas que nos orienten a generar acciones por el bien común. Como lo comentamos ayer en la inauguración de este congreso en toda la gestión del agua. Todas y todos sean bienvenidos a este Primer Foro Regional.

México avanza por el sendero de la Cuarta Transformación y lo hace con esperanza.  Después de atravesar una profunda crisis provocada por una prolongada noche neoliberal que permitió el empoderamiento de los poderes fácticos y la dilución de la frontera entre poder económico y el poder político, nuestro país ha retomado con rigor cientifico el entendimiento, la comprensión y la búsqueda de soluciones a los problemas prioritarios de México, para contribuir a generar un estado de bienestar, sin simulaciones. Para llegar a ello, el Estado ha tenido que hacer cambios estructurales que han sido objeto de un gran debate público, pero de amplia aceptación colectiva, porque hemos construido una forma de gobierno con y para el pueblo y por ello, el quehacer científico, tecnológico, humanístico y de innovación, hoy se rige con una clara guía de bienestar de las mayorías. 

Frente a este cambio sustancial, el Conacyt hace frente al paradigma hegemónico e implementa políticas públicas en pos de construir una ciencia para y por México, de la cual todas y todos tengan acceso a sus beneficios, y así, el derecho a la ciencia, que hoy se mandata en esta Constitución, de manera inédita a nivel internacional, se reconozca como facilitador de otros derechos humanos. 

En este contexto, el diálogo abierto, riguroso, totalmente franco  y la discusión profunda de los problemas asociados a la devastación socioambiental de la Cuenca del Alto Atoyac que hoy se aborda en este Primer Foro Regional, no se acumula en las buenas intenciones del pasado, sino que abrevia el camino para trabajar en alianzas que nos permitan atender la compleja problemática de contaminación en esta cuenca y los graves daños a la salud de los habitantes que viven en las poblaciones circundantes a la misma. Y con ello estaremos planteando algunos procesos y paradigmas que pueden también alumbrar el camino que puede resarcir este daño, para restaurar estas cuencas y otras áreas devastadas de nuestro país. 

En este gobierno de transformación reconocemos la participación comunitaria como eje fundamental en la búsqueda de soluciones y esto es lo que ocurre dentro del grupo intersectorial entre la Secretaría de Salud; la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales; este renovado Conacyt y también y de manera fundamental en relación y coordinación estrecha con las comunidades y por supuesto, con los gobiernos estatales y municipales, para armonizar esfuerzos, delegar trabajos y consumar acciones sustentadas en principios éticos, epistemológicos y democráticos, orientadas al bienestar social y también al cuidado y restauración ambiental a favor de toda persona de este gran pueblo de México, de todas y todos los mexicanos. 

Justamente, el quehacer que nos toca coordinar desde este renovado Conacyt, del quehacer de reflexión humanística, científica, tecnológica y de verdaderas y nuevas políticas de innovación, es decir, cómo se va a articular al conocimiento nuevo generado desde nuestro país a la articulación de estos grandes Programas Nacionales Estratégicos que en el Conacyt abordan temáticas prioritarias con el sector productivo , siempre con la guía de interés general de esta nueva forma de visibilizar la innovación y es desde este quehacer articulador que tiene esta capacidad de integrar información, que podemos plantear algunas nuevas estrategias para abreviar el camino a favor de la restauración ambiental y para hacer honor a los derechos que toda mexicana y mexicano, debemos tener garantizados. 

Por ello este foro tiene entre otros fines, el de diseñar y perfeccionar un plan de acción que articule los programas y proyectos del Conacyt para orientar sus esfuerzos a la atención efectiva de la problemática en el corto, mediano y largo plazo, con un enfoque transdisciplinario encaminado a la incidencia social y a la restauración y cuidado ambiental, basada en el diálogo de saberes y la coordinación de esfuerzos entre las comunidades afectadas, las instituciones públicas responsables y la comunidad científica, tecnológica y también nuevos planes de innovación para trabajar decididamente en el saneamiento integral, la restauración de la Cuenca del Alto Atoyac.

Sólo con la participación activa de las personas afectadas y la definición clara, sin titubeos ni soluciones estéticas cortoplazistas, podremos enfrentar una serie de intereses mercantilistas, todos ellos, que han despojado a los pueblos de esta región del país de sus derechos fundamentales, privándoles de una vida íntegra y digna y a veces de la vida misma, porque estamos viendo, trágicamente, morir a personas muy jóvenes a causa de los daños ambientales que tiene efectos desastrosos, que prematuramente causan fallecimientos en la población que habita en las áreas circundantes. 

No es coincidencia que los datos que arrojan distintas instituciones, como el INEGI, hayan generado un frente común para salvar vidas en esta cuenca. Entre 2015 y 2019, un total de 11,343 personas que habitan en las comunidades de la Cuenca Atoyac-Zahuapan murieron a causa de un tumor; otros estudios también revelan que el 71 % de la población vecina de la Cuenca, que ronda los 3.5 millones de habitantes, tiene un mayor daño genotóxico que en la Ciudad de México. Estas y otras estadísticas de enfermedades crónicas y mortales pertenecen a una larga lista que agrupa denuncias, protestas y acciones para contener la contaminación de la cuenca donde hay localidades que tienen hasta 200 veces más de probabilidades de enfermar de cáncer que en el resto del país. Los datos, compañeras, compañeros son contundentes.

La Cuenca del Alto Balsas en territorio de Puebla y Tlaxcala, es una de las regiones más contaminadas en México. El río Atoyac se encuentra entre los cinco ríos en el país que cuentan con Declaratoria de Clasificación de Conagua por los altos niveles de contaminación que sufren, por lo que demanda un saneamiento urgente con el acompañamiento y la acción desde un enfoque renovado de las humanidades, las ciencias, las tecnologías y la innovación que estudie y atienda la Cuenca como un ser que genera vida y no como un objeto estadístico como simplemente un área de explotación salvaje y de desecho de residuos industriales. 

A todas y a todos los representantes de las organizaciones de base comunitaria y de los pueblos afectados por esta devastación quiero decirles que no están solos, porque en los Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia, conocidos como Pronaii del Conacyt, y que corresponden a los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) que apoya el Conacyt, se abordan específicamente temas como: agentes tóxicos y procesos contaminantes; agua; salud y soberanía alimentaria; los cuales están todos articulados, presentes y coincidiendo en la región Puebla-Tlaxcala con una inversión considerable de varios millones de pesos. pero eso no es lo importante, lo más importantes es el gran compromiso de miles de investigadores e investigadoras, de estudiantes que están con pleno compromiso de incidir no sólo de investigar e integrar toda esta información, sino también de incidir con eficacia para establecer claras líneas de acción a favor de esta importante región del país.

Este Primer Foro Regional es una oportunidad histórica porque avanzamos juntos: gobiernos, instituciones y comunidades en un contexto político que se mantiene firme en la convicción de estar del lado del pueblo. Además, con gobiernos, ahora en los estados de Tlaxcala y de Puebla que se mantienen con claridad en esta misma tesitura. En cada una de las mesas a desarrollarse este 12, 13 y 14 de octubre, que como sede presencial tiene al histórico estado de Tlaxcala, se presentarán ponencias, así como proyectos de investigación que se están desarrollando para la búsqueda de soluciones de los problemas de la cuenca. Además, será un espacio para reflexionar sobre las limitaciones de las soluciones que se han ofrecido y que no reflejan las necesidades materiales inmediatas de las comunidades más afectadas, ni aprovechan sus excepcionales capacidades de visión ética clara, inquebrantable y organizativa que pueden ser coadyuvantes en la solución que buscamos a esta región tan dañada. 

Hoy, que la ciencia es un derecho constitucional en México, estamos decididas y decididos a orientarla hacia el bien común, profundizando en los problemas nacionales para que las propuestas sean apegadas a la realidad y no sólo medidas que maquillen temporalmente el grave problema que por años les ha arrebatado la salud, la tranquilidad y la vida misma y tenemos que lograr, de la mano de las organizaciones, un reordenamiento territorial para la vida. 

Estoy segura de que este Primer Foro Regional “Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática multidimensional de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac”, se convertirá en un referente así como lo está siendo ya el Congreso del agua, otros equivalentes que están ocurriendo gracias al liderazgo de los colegas que nos ayudan a darle a los Pronaces, se convertirán en referentes de la voluntad, la organización y el trabajo transformador por el bien de nuestro querido México. 

Enhorabuena. A todas y todos, quienes hacen posible este trabajo, muchas gracias.

Les dejo un abrazo muy afectuoso.